El duelo de Copa más emocionante, y largo, entre América y Chivas
Las Águilas y el Guadalajara disputaron la final de Copa en la campaña 53-54. Fueron necesarios cuatro tiempos extra y un improvisado portero, Eduardo González Palmer, que era delantero fue el héroe de la gesta.
Hubo una vez una final de Copa en la que para definir al campeón se necesitaron cuatro tiempos extra y 140 minutos de juego.
En la que además hubo una gran bronca y el héroe fue un joven delantero, pero su momento histórico en ese encuentro decisivo no fue con un gol sino con una atajada como portero en la serie de tres penales por equipo que definió todo.
La final de Copa México de la campaña 53-54 fue harto interesante, América y Guadalajara disputaron entre ellos su primer título.
Ambos cuadros ya despertaban pasiones entre sus aficiones y para el juego celebrado en el Estadio Olímpico de Ciudad de los Deportes, hoy Azul, un buen número de seguidores se quedó fuera del inmueble por la demanda de boletos.
Aquel encuentro nocturno del 12 de mayo de 1954 fue más intenso que bien jugado. La primera mitad transcurrió sin novedades en el marcador y a los 65 minutos inició la epopeya.
Javier de la Torre le hizo una muy dura entrada a Moisés Camacho, el arquero americanista, y éste se le lanzó encima a puñetazos.
Luego aquello se extendió entre el resto de los jugadores y los más afectados fueron el ‘Jamaicón’ Villegas que debió abandonar el campo por 10 minutos, y ‘Dumbo’ López por Guadalajara, así como Ferrari por América.
Sin embargo y pese a la gran bronca, el único expulsado fue el portero Camacho. Los cambios en esos días no estaban permitidos y Eduardo González Palmer, uno de los jóvenes delanteros americanistas, se colocó bajó los tres postes.
El cero a cero se mantuvo los 90 minutos y el duelo debió extenderse a dos tiempos extra de 15 minutos cada uno.
Tan solo iniciar el primero, el cambio de posición le pasó factura a Palmer y no pudo detener un disparo cruzado de Arellano que parecía accesible.
Jair Pereira se declaró antiamericanista
Sin embargo, América se recuperó y a los 110 minutos el árbitro Sunderland marcó un penal por una mano de Nuño en su área y el argentino Santiago anotó el tanto.
Como la igualada persistió a lo largo de los 120 minutos, se jugaron un par de tiempos extra más. Aunque estos de 10 minutos cada uno únicamente, pero el marcador siguió inmóvil.
Entonces se hicieron necesarios los tiros desde los 11 pasos. ‘El Bigotón’ Jasso fue el encargado de los tres de Chivas. El primero lo lanzó a la izquierda y lo anotó, el segundo fue al centro y González Palmer alcanzó a reaccionar para detenerlo. El tercero también meció las redes.
Por América fue Emilio Fizel quien cobró los penales y el argentino Emilio Fizel los acertó los tres ante un Jaime ‘Tubo’ Gómez que nada pudo hacer.
América ganó así su primer título en la época profesional, aunque en la Liga aún tardaría 11 años en conseguir alguno. Repitió la gesta un año después al vencer de nueva cuenta a Chivas en la final de Copa, aunque no fue necesario tanto trámite, logró el trofeo con un 1-0.
Con el tiempo, el arquero improvisado, Eduardo González Palmer, se convirtió en un delantero confiable y letal a tal grado que en la campaña 58-59 marcó 25 anotaciones en la Liga y se convirtió en el primer campeón goleador del América en el profesionalismo.
Y claro su efímero paso por el arco americanista, se volvió una historia legendaria.
Con información del diario El Informador del 13 de mayo de 1954.