Toluca pasó del éxtasis a la agonía muy rápido, en medio de una lección brutal, dolorosa, como los colmillos de un perro que sabe cazar su presa, un Tijuana que se refugió en la táctica fija para avanzar a la Final de la Copa MX.
Táctica mortal: Tijuana va a la Final
Con cuatro goles de táctica fija, los Xolos se dieron un festín ante Toluca en el Nemesio Diez.
Los Xolos vencieron a domicilio por 4-3 (7-3 global) a los Diablos Rojos, con póker de goles desde el balón parado.
A diferencia del partido de ida, José Manuel de la Torre dispuso de una alineación mucho más cercana a lo que es su once de confianza, misma que se diluyó al ver cómo el balón parado daba cachetadas, una tras otra, al esquema implantado por el “Chepo”.
Javier Güémez dio esperanza a los mexiquenses apenas a los 7’ en lo que parecía una apuesta predecible, con un Toluca volcado al frente y unos Xolos conservadores que solo esperaban una oportunidad para meterle miedo al mismísimo Diablo.
Y así ocurrió ya que a los 30’, un tiro de equina exhibió lo que estaba por venir: el concierto de imprecisiones y el remate agónico de Leandro González para igualar los cartones en la capital mexiquense.
Entre toda la penumbra escarlata, sobresalió (otra vez) Kevin Castañeda quien puso un doblete que volcó todas las gargantas en la épica remontada. El segundo gol del elemento de 26 años fue de altísima manufactura, desde fuera del área, pero la alegría volvió a borrarse casi de inmediato.
Christian Rivera respondió a los 62’ con otro golazo (sí, originado en un tiro libre) y Jordan Silva puso el gol que enfrió el infierno a los 65’.
Con un Toluca ya entregado, Miguel Ángel Barbieri remató de frente al marco e, incluso con ayuda de la zaga, puso el cuarto tanto fronterizo y el séptimo en el global. Los Xolos confirmaron que el Estadio Nemesio Diez es territorio bendito para ellos y están ya en la Gran Final de la Copa MX.