MOSCÚ, Rusia.- El CSKA Moscú derrotó al PSV Eindhoven (3-2) en un entretenido partido de Liga de Campeones que se decidió en la primera media hora, en la que los rusos marcaron tres goles, dos de ellos del marfileño Doumbia.
De esta forma, los rusos estrenan su casillero tras caer hace dos semanas en Wolfsburgo y recibirán en la próxima jornada al Manchester United.
Los dos equipos tenían varias bajas importantes, ya que el CSKA no pudo contar con el central ruso Vasili Berezutsky, mientras el centrocampista finlandés Yeremenko se tuvo que quedar en el banquillo por unas molestias hasta mediada la segunda parte.
Mientras, el equipo entrenado por el exbarcelonista Philip Cocu viajó a Moscú con la enfermería llena, ya que se quedaron en Holanda el mexicano Guardado y los holandeses De Jong, Koch y Willems.
Quizás por ello, el PSV, que había derrotado sorprendentemente en la primera jornada al Manchester United, fue apabullado por el equipo local en la primera parte.
A los 7 minutos un fallo garrafal en el marcaje a la salida de un córner fue aprovechado por el nigeriano Musa para marcar el primer gol al rebañar un balón que cayó muerto al borde del área pequeña.
El CSKA, líder de la liga rusa, no se conformó y así el marfileño Doumbia marcó el segundo a los 20 minutos con un magnífico remate de cabeza tras un preciso centro desde la derecha del lateral brasileño Fernandes.
En ese momento, pese a que los rusos se tomaron unos minutos para recuperar el resuello, el PSV pareció rendirse y tener la mente en el próximo partido.
Así, el zurdo serbio Tosic se aproximó al área, hizo una pared con Dzagóev y al internarse en el área fue derribado por el guardameta holandés, penalti clamoroso que fue transformado por Doumbia. (min.36)
El marfileño pudo marcar el tercero tras un ingenuo penalti cometido sobre su compañero Musá, pero al intentar engañar al portero desde los once metros, disparó alto y desperdició una gran ocasión (min.44).
Los holandeses salieron más enchufados en la segunda parte, pero la primera ocasión la tuvieron en sus botas los locales por medio de Tosic, cuyo disparo desde la izquierda al palo largo fue despejado ágilmente por Zoet.
Narsingh fue el que estuvo más cerca de batir Akinféev a los diez minutos de la reanudación, pero su disparo tras una buena jugada colectiva de los holandeses fue desviado a mano cambiada por el portero internacional ruso.
La obstinación holandesa tuvo su premio a los 60 minutos, cuando los holandeses rompieron el fuera de juego con un sutil pase que fue aprovechado al segundo palo por el belga Lestienne para acortar distancias.
Seguidamente, los rusos tuvieron oportunidades claras de marcar, una doble por medio de Dzagóev y Doumbia, y otra tras un nuevo disparo de Tosic, ambas neutralizadas por el portero visitante.
En cambio, Lestienne tuvo mucho más suerte, ya que tras recibir el balón al borde del área marcó un magnífico gol con un potente disparo con la zurda ante el que nada pudo hacer Akinféev.(min.68)
A partir de ahí los holandeses controlaron el partido y el balón, mientras los rusos se conformaron con lanzar contraataques con balones largos a sus rapidísimos delanteros africanos.
Entonces, Cocu, que no había realizado ningún cambio, decidió apostar por el joven delantero uruguayo, Gastrón Pereiro, de apenas 20 años.
El uruguayo tuvo su oportunidad tras una magnifica jugada colectiva holandesa, pero cuando intentaba acomodarse la pelota, se le adelantó un defensa ruso y despejó con el cuerpo su peligrosísimo disparo al borde del área pequeña.
A los holandeses les faltó tiempo y experiencia para empatar el partido, ya que los rusos se les había acabado claramente el gas mediada la segunda parte.