Santiago Giménez vive un gran momento dentro y fuera de la cancha en Feyenoord. El delantero mexicano lleva 20 goles en la temporada y en noviembre del 2022 se comprometió con su novia Fer Serrano, a quien conoció jugando videojuegos, específicamente Call of Duty.
Santiago Giménez conoció a su prometida en el Call of Duty: "Jugamos sin parar"
El delantero del Feyenoord y su novia Fer Serrano contaron la increíble historia de cómo empezaron a salir en 2020.
En una plática en el canal de Youtube del Feyenoord, Santi Giménez y Fer Serrano contaron a detalle la increíble y curiosa historia de cómo fue que empezaron a salir en el 2020.
"Esa es una historia muy divertida", comenzó diciendo Serrano. "No te lo vas a creer", agregó Giménez. Fer perdió a su mamá en marzo del 2020, en los inicios de la pandemia del Covid-19: “Estaba en mi casa todo el día. Todo lo que hice fue jugar Call of Duty: Warzone. Pero realmente fanáticamente. Nací para jugar. Eso fue todo lo que hice”.
“Un día subí una historia en redes sociales de que estaba jugando y gané. Santiago respondió: Wow, ¿estás jugando? Vamos a jugar. No respondí de inmediato porque mi mente estaba en ese momento solo con mi madre. Dos semanas después dijo que estaba jugando con amigos. Me invitó a unirme, así que lo hice. Simplemente amistoso”, agregó Serrano.
Giménez explicó: “No nos conocíamos, nos seguíamos en Instagram y nunca nos habíamos visto”. Serrano: “También tiene tres años menos que yo. Por eso no nos conocimos en una fiesta ni por amigos en común. Acepté la invitación para jugar y luego jugamos sin parar durante dos meses porque él no estaba entrenando por el Covid-19”.
Por esas fechas el Bebote empezaba a brillar con Cruz Azul, pero el Clausura 2020 de la Liga MX se canceló a causa de la pandemia, por lo que los jugadores estuvieron inactivos durante unas semanas. “Nos levantamos a la 1 de la tarde y jugamos hasta las 5 de la mañana”, dijo Santi.
Serrano complementó: “Solo paramos para comer algo. Luego volvimos directo. Lo curioso es que yo estaba patinando en la calle, porque realmente necesitaba alejarme de todo. Me preguntó dónde estaba. Lo curioso fue que él vivía a solo tres casas de mí. En un momento salió y ese fue nuestro primer encuentro”.