Fútbol

    EDITORIAL | Qué difícil es decir ‘Adiós’

    Un fin de semana en el que dos instituciones del fútbol y un recinto histórico marcaron el principio del final de su gran historia.


    Por:
    Andrés Corona Zurita.


    Imagen Especial

    Este sábado fue un día complicado para el fútbol, tanto para el mexicano como para el internacional. Y es que no importa de qué club seas, seguramente te moverá alguna clase de recuerdo las despedidas de jugadores como Rafael Márquez y Andrés Iniesta, así como el último partido de fútbol en el Estadio Azul.

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    ¿El jugador más infravalorado de la historia?

    Vamos por orden cronológico. Pasado el mediodía, el FC Barcelona derrotaba y goleaba al Sevilla para consagrarse como campeón de la Copa del Rey; en el 4-0 culé, Andrés Iniesta apareció para marcar un tanto nostálgico. A su salida tras ser sustituido, una imagen que nos dejó un nudo en la garganta tras ver al ‘Genio de Fuentealbilla’ llorando.

    ¿Y qué te podría importar Andrés Iniesta si no eres del FC Barcelona? El manchego es un jugador cuya peor suerte fue haber nacido en la misma era que Lionel Messi y que Cristiano Ronaldo. Un jugador infravalorado por la existencia de dos monstruos que marcaron nuestra época. Pero de no ser por el argentino y el portugués, el ‘Fantasmita’ tendría que haber gobernado durante muchos años el fútbol contemporáneo.

    Un jugador mágico que tenía chispa y que sin importar los colores, daba gusto verle jugar. Será raro y muy triste no verle más con la camiseta del FC Barcelona. Seguramente el Mundial de Rusia será el último en el que veamos dentro de la alta competencia a Andrés Iniesta.

    Un Estadio que forma parte de la historia

    Caminar por la vieja Colonia Ciudad de los Deportes en la céntrica Ciudad de México no será lo mismo. Parte de la gran decoración diaria de la gente capitalina en México era la Plaza de Toros y el Estadio Azul, enclavados en la congestionada Avenida Insurgentes y la Avenida Patriotismo.

    Si eres del Cruz Azul, seguramente el adiós del Coloso de la Colonia Noche Buena te dividirá el corazón. Y no, no importa que ahí hayas vivido más tristezas que alegrías, despedirse de casa siempre será muy complicado.

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    Pero, si no llevas a la Máquina en el corazón, ¿qué podría importarte? Seguramente tendrás muchas alegrías en ese lugar; muy probablemente tu equipo le ganó a Cruz Azul un partido o una final. Probablemente lo visitaste cuando jugaba el Atlante o en algún partido de la selección. Decirle adiós a un estadio siempre es nostálgico. Para este que escribe, despedirse del Estadio Azul es complicado pues es el primer estadio que visitó cuando tan solo era un niño de cuatro años.

    ¿Los últimos minutos de una leyenda?

    Para nuestros abuelos, Enrique Borja fue el mejor jugador mexicano de la historia; para nuestros padres seguramente lo fue Hugo Sánchez; probablemente para un ‘millenial’ lo es Rafael Márquez. Y así, en un futuro, la discusión podría añadir a Javier Hernández u otro valor que salga.

    Este sábado vimos historia; la despedida de Rafael Márquez llegó, más allá que ante Atlas haya sido su último partido. Tras el Mundial de Rusia no habrá más ‘Káiser’ y eso sin duda es un detalle que marca un parteaguas en la historia del balompié azteca.

    Se va el jugador más elegante de México; el que más títulos a nivel internacional obtuvo; el que fue capitán del Tri en cuatro Copas del Mundo y que muy probablemente igualará la historia de Ricardo ‘La Tota’ Carbajal con su quinto Mundial. Se va el mejor defensa de nuestra historia y, discutiblemente, el más grande del país azteca.

    Por el bien del fútbol mexicana, ojalá se esté planeando una gran despedida para Rafael Márquez. Una despedida digna para el capitán más querido del Tri y uno de los mejores emblemas aztecas en el planeta.


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