Por Andrés Corona Zurita| @andrescorona
El experimento Klinsmann dejó de evolucionar tras el Mundial de Brasil
Tras un esperanzador comienzo que acabó con la eliminación ante Bélgica en Brasil, el US Team acabó ahogado en dudas futbolísticas.
La presión existe poco en los Estados Unidos cuando de fútbol se trata. En la Unión Americana los procesos no se cortan, lo cual puede ser un hándicap a favor o en contra para el US Team.
Klinsmann llegó con mucho nombre a los Estados Unidos tras un exitoso periodo al frente de la selección de Alemania y luego de dirigir al Bayern München en la Bundesliga.
Hacía tiempo que en Estados Unidos buscaban a un entrenador que les ayudara a evolucionar futbolísticamente. La idea era tener a un técnico europeo con un perfil diferente a los acostumbrado en la MLS, sitio de donde habían salido técnicos como Steve Sampson, Bruce Arena o Bob Bradley.
La relación empezó por el camino correcto con el título en la Copa Oro de 2013 y el primer lugar del Hexagonal Final rumbo a Brasil. En la justa mundialista, en un grupo complicado que incluía a Alemania y a Portugal, el US Team dio un golpe en la mesa calificando a los octavos de final donde lamentablemente para su causa fueron eliminados por Bélgica.
Fue previo al Mundial cuando Klinsmann tuvo su primer gran conflicto, nada más y nada menos que con Landon Donovan, figura histórica de los Estados Unidos a quien borró de la lista final rumbo a Brasil. Aquel golpe fue imperdonable para cierto sector de la afición y para la poca prensa crítica que el alemán tenía.
Posterior a Brasil 2014, el proceso se enturbió, llegaron los conflictos, el mal nivel de juego, la perdida de la hegemonía en Concacaf y un estilo poco novedoso.
Poco a poco a los Estados Unidos les costaba más y más la Concacaf, se le complicaban los rivales del área y era más tedioso ver a un equipo que dejó de ser evolutivo, que no era innovador sino que recordaba a la selección rústica que el US Team tenía antes del inicio del nuevo milenio.
Quedar eliminado ante Jamaica en la Copa Oro de 2015 fue el primer gran dardo que recibió Klinsmann en materia de resultados, pero la derrota ante México para la calificación a la Copa Confederaciones fue la primera vez en la que se empezó a cuestionar su con el alemán, los Estados Unidos llegarían a ser una fuerza en el mundo futbolístico.
El cuadrangular fue igual de pesado para Estados Unidos, y la derrota en la Copa América Centenario hacía pensar que su proceso debía cortarse al terminar el torneo. Sin embargo, de manera milagrosa, más por suerte que por buen fútbol, el US Team se alcanzó a colar a las semifinales de su torneo. Eso fue la salvación para Klinsmann, pero quizá, el mismo entierro para la selección de este país.
Lo demás es historia. Una derrota contra México y la goleada ante Costa Rica terminaron por disipar las dudas de un equipo que lleva cuatro años sin funcionar, que está estancado y que necesita ideas frescas, un proyecto que ayude a evolucionar al plan inicial y que curiosamente para lograrlo, deba tener a un hombre de casa para rescatar el proyecto.
Bien dicen por ahí, lo hecho en casa es lo que mejor se hace.