Johnatan Klinsmann, joven arquero del combinado de las 'Barras y Estrellas' e hijo del mítico delantero alemán, será el último obstáculo que deberán superar los delanteros de Venezuela para acceder a semifinales del Mundial sub-20 de Corea del Sur.
Jonathan, el hijo de Klinsmann que se interpone entre Venezuela y las semifinales
El arquero norteamericano busca escribir su propia historia con EEUU pese a cargar una gran responsabilidad con el apellido.
A sus 20 años, Klinsmann Junior tendrá por delante la hercúlea tarea de frenar los intentos de gol de la 'Mini-vinotinto', junto a Nueva Zelanda la selección más goleadora del torneo.
Al igual que durante los partidos de la primera fase, su padre estará probablemente en las gradas del estadio de Jeonju mirando con ojos de entrenador y de padre a su vástago.
"Evidentemente, cuando el hijo de uno está sobre el terreno de juego, uno cruza los dedos. Para mí es un poco más difícil porque él decidió convertirse en arquero", afirmaba entre risas el emblemático Jurgen Klinsmann en una entrevista concedida a la FIFA.
Jonathan asegura que sus padres no le han orientado especialmente hacia el fútbol. El espigado arquero, de 1,93 metros de altura, dudó hasta los 16 años si dedicarse al baloncesto.
Pero finalmente siguió los pasos de su padre, aunque en el sentido opuesto. Con 12 años retrasó su posición del centro del campo al arco.
Y además defiende los colores de Estados Unidos, el país donde creció y en el que los Klinsmann se instalaron en 1998, una vez Jurguen puso fin a su prolífica carrera, con 108 partidos internacionales con Alemania, un Mundial (1990) y una Eurocopa (1996) en sus vitrinas, y multitud de trofeos con el Inter de Milán y el Bayern de Múnich...
"Puedo darle consejos"
Por supuesto, Jonathan está aún lejos de los logros de su padre. Por el momento debe tomar galones en el combinado Sub-20. Pero va por el buen camino. El pasado mes de marzo conquistó el torneo clasificatorio de la zona Concacaf (América del Norte, Central y Caribes), siendo elegido mejor arquero de la competición.
Este domingo disputa los cuartos de final del Mundial Sub-20 después de un triunfo avasallador por 6-0 ante Nueva Zelanda.
Y eso que no comenzó con buen pie la cita mundialista. Ante Ecuador (3-3) cometió un error gravísimo en un arquero, al entregar el balón a un rival que costó un gol.
Sin duda hablaría de ello con su padre, quien mejores consejos le puede dar. No en vano, Klinsmann dirigió al combinado absoluto de Estados Unidos entre 2011 y 2016.
"Él me ayuda cada día y me encanta que lo haga", declara Jonathan con su grave voz de hombre. "Por supuesto que puedo darle consejos sobre cómo afrontar un torneo", sentencia el exdelantero.
"Les puedes decir que se den un buen paseo si la mente no para de dar vueltas. Los momentos de descanso son importantísimos en su caso. Se entrenan una vez al día, de manera que ¿qué pueden hacer el resto del tiempo? La química tiene mucha importancia para un equipo, así como también encontrar la manera de que los muchachos no estén ociosos", afirma Klinsmann, un experto en fases finales.
Para el 'pequeño' Klinsmann es importante dar una buena imagen en el Mundial para atraer la atención de los clubes.
Actualmente milita en la Universidad de Berkeley, en California. Los cuartos de final ante los Peñaranda, Córdova, Soteldo o Herrera son un buen escaparate para lucirse
En marzo y abril ya se entrenó con el equipo filial del Stuttgart, el antiguo club de su padre.
A la espera de posibles ofertas, aprovecha la curiosidad mediática que suscita su nombre. Pero no es el único hijo de una estrella que hay en el Mundial. El francés Marcus Thuram, cuyo padre Lilian Thuram también se proclamó campeón del mundo, cayó en octavos de final con los 'Bleuets'.