El año que definiría su legado ha sido para el olvido para Rafael Márquez
Una dura lesión en la espalda y la acusación de vínculos con el narcotráfico alejan al capitán del Atlas de su quinto Mundial.
Rafael Márquez juega con tiempo prestado. Su única meta como futbolista se reduce a llegar a Rusia 2018 y unir su nombre a los de los "Cinco Copas", pero este objetivo parece desbaratarse por completo en las últimas horas.
No es poca cosa. Si en 84 años sólo dos futbolistas jugaron en cinco Mundiales, el reto es grande. Antonio Carbajal y Lothar Matthäus. En Rusia podían unirse a la lista Márquez y el portero italiano Gianluigi Buffon, quien, por cierto, sería convocado a su sexta Copa, pues no jugó en Francia 1998 pese a estar en la nómina de la "Azzurra".
Márquez tendrá 39 años de edad cuando se celebre el próximo Mundial, una edad que para cualquier futbolista, por muy longevo que sea y muy buena preparación que tenga, es un reto complicadísimo. Aún el año pasado, Márquez mostró que puede aportar mucho a la Selección Mexicana con el gol que le dio el triunfo sobre Estados Unidos en Columbus, en la eliminatoria mundialista.
Pero 2017 no ha sido tan aciago y el quinto Mundial parece alejarse de forma irremediable.
Primero por una lesión en la espalda que contrajo en el partido ante Costa Rica del pasado 24 de marzo y que lo llevó al quirófano. La dolencia le hizo perder el resto del torneo Clausura 2017 con el Atlas, pero logró recuperarse a tiempo para jugar la Copa Confederaciones con el Tri.
El capitán del Atlas se ha mantenido entre algodones, pero eso no le limitó para iniciar en buen ritmo el Apertura 2017. El tema del retiro aún le incomoda.
Pero ser señalado como prestanombres de narcotraficantes es un asunto mucho más delicado.
Entre las implicaciones legales, Márquez ha perdido su visa a Estados Unidos, por lo cual no podrá jugar ninguno de los partidos que el Tri celebre en el territorio del vecino del norte. La Selección Mexicana está obligada por un contrato comercial a sostener al menos cinco partidos amistosos por año ahí, los cuales se celebrarían en los meses previos a Rusia 2018. Los de 2017 ya fueron cubiertos.
Pero quizás ese sea el menor de los problemas. Atlas analiza dar de baja al jugador ante la gravedad de la acusación. Sin trabajo y con una investigación por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos a cuestas, es difícil pensar que algún club se animara a contratarlo.
El patrimonio, su futuro y planes de retiro están en juego. En este momento, ser el segundo mexicano "cinco copas" es peccata minuta.