El único reto de Valverde era mantener la tensión de su equipo en este tipo de partidos. No era tarea fácil. El Barcelona ganó la Liga demasiado pronto y quedar invictos es un aliciente escaso, aunque bonito. Además, se junta que la banca del Barcelona en defensa es terrible. Yerry Mina y Vermaelen nunca juegan juntos. Sus evidentes carencias futbolísticas suelen ser paliadas cuando acompañan a Piqué o Umtiti. Pero cuando se juntan el belga y el colombiano no están a la altura de las exigencias del Barcelona.
El Barcelona pierde el invicto frente al Levante a falta de una jornada para el final del campeonato
El conjunto catalán perdió su primer partido en La Liga tras un partido loco en el que llegó a ir perdiendo por 5 a 1 en el minuto 60 de juego
Con esta debilidad defensiva el Levante entendió que driblar a Mina es muy sencillo. Morales le encaró a los 10 minutos tras irse de tres futbolistas y el central colombiano le acompañó con la mirada y sin entrarle hasta la línea de fondo. Le siguió un pase de la muerte y Boateng resolvió en el área superando a un Ter Stegen batido.
El 1 a 0 era el justo marcador visto lo visto. Los locales se manejaban fuertes en el medio campo y aguantaban las tímidas embestidas blaugranas. A los 20 de juego Roger estrelló un balón en el larguero en lo que iba a ser el preámbulo del segundo tanto del Levante. Otra vez Boateng abusó de la fragilidad defensiva del Barcelona. El natural de Ghana sorteó un mano a mano con Ter Stegen en el 32 y estableció el 2 a 0.
Antes del tanto, una mala noticia: Vermaelen se lesionó y peligra su presencia en el Mundial. Pero no hay mal que por bien no venga y Valverde metió a Piqué en el campo. La fragilidad defensiva mejoró con la entrada del catalán y, como siempre, también la capacidad ofensiva. Tanta presencia en ataque tiene el central que de él vino la jugada del gol del Barcelona culminada por Coutinho de tiro lejano. El balón tocó en Rober Pier y descolocó a Oier, el portero del Levante. Un gol que dio esperanzas antes justo del descanso.
Nada más comenzar la segunda mitad el Levante anotó el tercero (Bardhi)… y el ¡cuarto! (Hat-Trick de Boateng). Nadie le había hecho 4 goles al Barcelona en el campeonato. Y lo hizo un equipo que coqueteó con el descenso todo el año en sólo 49 minutos de juego.
El Barcelona apretó arriba y dejó excesivos huecos para las posibles contras del rival. En una de ellas llegó el quinto gol del Levante. De nuevo Bardhi entró por la derecha veloz y batió por bajo a Ter Stegen. Sí, 5 a 1. El Invicto Barcelona caía estrepitosamente. Una cosa es perder el récord de imbatibilidad y otra hacerlo así. Por eso, el Barcelona tenía que remontar y recuperar la buena imagen dejada a lo largo de la temporada.
En el terreno de juego había 260 millones de euros invertidos en dos futbolistas: Dembelé y Coutinho. El primero es un fiasco, el segundo un jugadorazo. El brasileño anotó el segundo y el tercero de su equipo. El francés fue sustituido por inoperante. Luego Suárez puso el 5 a 4 de penalti y el Barcelona volvió a ser ese equipo voraz y vertical al que nos había acostumbrado durante el curso. El empate estaba a punto de caer.
Lo que parecía un partido insípido se convirtió en un acelerado correcalles tan impreciso como apasionante. El Barcelona se fue con todo a por el empate a cinco. Tuvo varias oportunidades pero las contras del Levante aún preocupaban. Sobre todo porque el orden defensivo del Barcelona hoy brilló por su ausencia. Y esa condición, unido a una banca desatrosa, acabó con la priemra derrota de los catalanes en Liga.