Las imágenes que dieron la vuelta al mundo protagonizadas por el guardameta suplente del Sutton United no solamente le han costado su salida del club, sino que también podría afrontar cargos criminales por fraude y/o conflicto de interés.
El bocadillo devorado por el portero más gordito del mundo ahora podría costarle la cárcel
Wayne Shaw habría preparado su ocurrencia junto a una casa de apuestas, lo cual es investigado por la liga y el gobierno británico.
Y es que la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA), junto con la Comisión Reguladora de Apuestas de la Gran Bretaña, establecen que tanto equipos deportivos como deportistas en lo particular no pueden mezclar su actividad profesional con el lucro mediante juegos y apuestas.
Aunque en la Premier League es común el patrocinio de sitios de apuestas en distintos clubes como el Swansea o el West Brom, las reglas de la FA prohíben a sus participantes sacar beneficios económicos con estos portales mediante sus actos dentro de un partido de fútbol (fallar un penal, salir expulsado, celebrar sacándose la camiseta y recibir amarilla, etcétera).
Como se sabía previo al duelo de dieciseisavos de final de la FA Cup entre el Sutton y el Arsenal, existía abierta una apuesta promocional del sitio Sun Bets de 8/1 sobre si Shaw comería el pastel de carne en la banca durante las acciones del juego. Los sitios de apuestas suelen cobrar registro y ofrecen estos juegos seguros ‘de cortesía’ para regresar el cobro a sus usuarios.
En el pasado, equipos como el Real Madrid de España o el AC Milán de Italia debieron interrumpir sus patrocinios por parte de casas de apuestas cuando la Uefa reglamentó su prohibición por conflicto de interés.
Shaw sería encontrado culpable de fraude si se descubre que él o algún relativo suyo recibió dinero de Sun Bets por comerse el bocadillo. Del mismo modo, sería culpable de conflicto de interés si se descubre que (aunque no haya recibido retribución económica), estaba enterado de la apuesta de cortesía.