Cuauhtémoc Blanco es una de las figuras más grandes en la historia del futbol mexicano, su determinación en la cancha lo hizo brillar con la Selección Mexicana, incluso más que el mismo Hugo Sánchez; en los momentos más importantes aparecía el ‘Temo’, jamás le temblaron las piernas. Suecia también tiene en Zlatan Ibrahimović a un hombre que los hizo sentir orgullosos con su playera amarilla, al igual que el de Tlatilco, viene de un barrio humilde, lleno de hostilidad y violencia; su talento lo sacó de uno de los barrios más peligrosos de Malmo.
El curioso vínculo que une a Cuauhtémoc Blanco con Zlatan Ibrahimović
México y Suecia serán rivales en la próxima Copa del Mundo, comparten la misma pasión por el fútbol y dos de sus históricas figuras algo más.
Tanto el ‘Temo’ como Zlatan han sido siempre irreverentes, divertidos, molestos, odiados, ampliamente talentosos y sumamente diferentes en la cancha; son seres indómitos, conquistadores y jamás conquistados. Levantaron multitudes en estadios y enardecieron por igual a fanáticos rivales que a periodistas. Cada uno desde su nación ha dejado huella, no hay mexicano que no sepa quién es Cuauhtémoc Blanco y no hay sueco que no sepa quién es Zlatan Ibrahimović.
Pero no es su barrio, su personalidad o su talento el vínculo en sus carreras, se trata de un hombre que dejó huella en ellos y que fue la punta de lanza que los presentó a la sociedad futbolera… Leo Beenhakker, fue el holandés que confió y que creyó en dos jugadores cuyo carácter incontenible era apaciguado solo por su talento.
El debut de Cuauhtémoc Blanco se dio, un sábado cinco de diciembre del año 1992 en un América vs. León, como si se tratara de una estafeta, que la tarde vestía la piel del América Hugo Sánchez, el resultado fue 1-1 y ‘Hugol’ fue el anotador. Si bien no fue Beenhakker el hombre que le debutó, si fue este el que le dio continuidad y elevó su nivel luego de que al 'Zurdo' López lo regañaran incluso por haberlo hecho jugar en el pasado.
Nueve años más tarde, fue también Beenhakker quien creyó en Zlatan Ibrahimović, cuando el sueco se encontraba en la segunda división tras haber descendido con el Malmo, el holandés acudió a verlo, entonces era el Director Deportivo del Ajax, no dudó cuando lo vio en la cancha y terminaría por ficharlo a cambio de 9 millones de euros.
Probablemente Cuauhtémoc Blanco y Zlatan Ibrahimović no se han reunido a platicar sobre anécdotas de su juventud, aunque claro está que si Beenhakker los reuniera podría conseguir una noche de bohemia, anécdotas y tertulias tras su peculiar estratega.