Si hay algo por lo que el fútbol triunfó como el deporte del hombre y se ganó el apodo 'The beautiful game' es porque su esencia es simple, tan simple como poner a correr a 22 jugadores detrás de un balón. No se necesitan fórmulas ni términos rimbombantes para jugarlo y entender que el fin último es meter el balón en la red.
Opinión | El fútbol y su universalidad, el nuevo lenguaje para hablar de política
La retórica futbolera de José Antonio Meade, candidato del PRI a las elecciones presidenciales de México, tiene la intención de simplificar una práctica engorrosa como suele ser la política.
Por otra parte, la política suele ser un terreno pantanoso donde, además de la apatía por empaparse del tema, el lenguaje es confuso, afectado, enmarañado. En los parlamentos y senados, tribunales y consejos, sólo existe el mismo lenguaje soso y trasnochado. Ahí no hay color, ni los involucrados se pierden en su locura como sí lo hacen aquellos que van al estadio todos los domingos.
Cuando se es candidato para las presidenciales y las encuestas no están a tu favor, ¿qué se hace? ¿Y si el rechazo colectivo es cada día mayor? Quizás sea de gran ayuda diluir el lenguaje, hacerlo más "universal" y accesible, quizás hablar de fútbol como un fenómeno paralelo a la política.
José Antonio Meade, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a las elecciones presidenciales de México, echó mano de este recurso para atraer los reflectores a su campaña y, de paso, apelar a aquellos que prefieren que las cosas sean más simples de entender.
En reiteradas ocasiones, Meade ha expresado su amor por los Pumas de la UNAM y comparó su camino a la presidencia de México con un torneo de fútbol. Incluso, hace unos días, el candidato del PRI cerró una apuesta con el propietario de Chivas, Jorge Vergara, para el partido de este domingo en Ciudad Universitaria entre el 'Rebaño' y los Auriazules.
Es más, si yo gano, voy y te pongo la de @PumasMX frente a la gente de @Omnilife y si yo pierdo me pongo la de @Chivas frente a ellos. ¿Quiubo?
— José Antonio Meade🇲🇽 (@JoseAMeadeK) February 18, 2018
Hablar de política como si se tratara de un certamen de fútbol entretiene para bien o para mal, pero sobre todo crea relevancia. En una era donde la inmediatez de la información es oro puro, los candidatos buscan hablar de temas que estén en boca de todos con el más mínimo esfuerzo. Colgarse del deporte más popular del mundo para tocar temas políticos es una jugada arriesgada pero con resultados garantizados.
Colar el lenguaje, disolverlo por medio de una retórica menos elevada, a ras de cancha, por decirlo de alguna manera, también tiene su lado obscuro, siendo la banalización su mayor pecado.
A lo mejor, ahora que los Pumas perdieron el 'punch' que les dio el liderato durante unos semanas en el Clausura 2018 y acumularon dos descalabros consecutivos la semana pasada ante Veracruz y Tijuana, los resultados para Meade en las encuestas sean similares al estado actual del conjunto del Pedregal en unos meses.
"La historia dice que son clientes", contestó Jorge Vergara a Meade vía Twitter. Quizás en esto, la analogía entre fútbol y la política, sobre todo hablando del PRI, tengo su única falla.