Una isla remota llena de volcanes y glaciares, rodeada de una cálida corriente marítima que modera su temperatura y la vuelve soportable, encierra uno de los grandes enigmas del fútbol actual.
El islandés es un fútbol de vikingos, de corazón, garra y adaptación a la adversidad
Natalia Gómez Junco, seleccionada mexicana, describe las cualidades de los futbolistas de Islandia, el país donde ha jugado los últimos dos años.
¿Cómo es que un país de 330 mil habitantes puede montar equipos que le pelean al tú por tú a las grandes potencias mundiales?
En junio, Islandia se convertirá en el país de menor población que haya participado en un Mundial de fútbol masculino, dos años después de una meritoria participación en su primera Eurocopa. Pero para entender el ADN de los vikingos, hay que adentrarse en la isla.
Natalia Gómez Junco, seleccionada mexicana, ha jugado los últimos dos años en la Liga profesional de Islandia y ha entrenado a equipos de categorías inferiores. El desarrollo del balompié en ese país ha sido el fruto de trabajo de tres lustros y de ingeniárselas para sortear las adversidades del clima, pues la implantación de canchas techadas para poder jugar durante el invierno permitió la práctica de este deporte durante todo el año.
“Alguna vez alguien me dijo que casi toda la población de Islandia, en algún punto de su vida, ha jugado fútbol”, explica Gómez Junco. “El deporte nacional es el handball y después está el fútbol, mucha gente ha practicado los dos deportes.”
Una de las cuatro medallas olímpicas que ha ganado Islandia fue en el handball precisamente, la plata de Beijing 2008 en la rama masculina.
“Es un país muy chico en población, pero al hacer esto (practicar el fútbol), si le va bien a la selección o a tu equipo, te identificas un poco más fácil”, reflexiona la futbolista, quien fue la primera mexicana en marcar un gol en la segunda ronda de un Mundial femenino en cualquier categoría, en el Sub 20 de Alemania 2010 ante Corea del Sur.
El éxito del fútbol masculino islandés llegó poco después del femenino, pues el representativo nacional de mujeres ya ha participado en dos Eurocopas, aunque aún tiene pendiente la clasificación al Mundial, pero en el proceso de UEFA rumbo a Francia 2019 ya sorprendieron a la potencia Alemania en su casa y están en la pelea dentro del Grupo 5, con dos puntos menos que las germanas, que son las líderes, pero con un partido menos jugado.
Si por algo se caracteriza el futbolista islandés, es por llevar a su raza vikinga a la cancha, una raza que la futbolista mexicana describe como “de sobrevivientes”.
“La cultura es muy vikinga, sí son muy avanzados, pero siguen teniendo esa parte vikinga salvaje, temeraria, valiente y eso se nota en su fútbol. Es un equipo que nunca se da por vencido, nunca dan el balón por perdido, entran al choque, se barren, es (un fútbol) muy de fuerza, de corazón, de garra”, describe Gómez Junco, quien jugó para el Thor / KA junto a sus compatriotas Stephany Mayor y Bianca Islas, donde salieron campeonas de Liga en 2017.
Gómez Junco, de 25 años de edad, se encuentra en su natal Monterrey, pero el lunes regresa a Islandia como entrenadora y para buscar acomodo en algún club de su liga profesional.
“Mi idea es seguir jugando, estoy en búsqueda de un equipo y de aprovechar otros aspectos de mi carrera y de mi vida”, cuenta la jugadora. “Con la Selección de México, el objetivo es calificar al Mundial y seguir trabajando y disfrutando del fútbol.”