El principal objetivo de la selección salvadoreña de fútbol playa es ser campeona del mundo, una "meta que no es imposible de alcanzar", dijoel pívot José Rubén Batres, una de las figuras que llevó al equipo centroamericano a conquistar la medalla de oro en los III Juegos Bolivarianos de Chile.
El Salvador quiere ser campeón del mundo en el fútbol de playa
Los salvadoreños buscarán clasificar a su quinto mundial de playa en forma consecutiva. El próximo mundial de la especialidad se celebrará en Bahamas.
Batres, un pescador que juega hace cinco años en la selección, aseguró que El Salvador "tiene grandes posibilidades de ganar un Mundial", pues el grupo pasa por uno de sus "mejores momentos".
Batres, de 25 años, se consagró en los Juegos Bolivarianos de Playa disputados en Chile como máximo goleador, con siete.
"Sabemos que nuestro objetivo es ser campeones en un mundial y para eso debemos hacer las cosas bien (...). El grupo está muy satisfecho y emocionado por la medalla de oro", dijo la figura de los 'Cangrejitos playeros', como es conocida la selección.
Manifestó que los logros del equipo son alegrías para los salvadoreños, que los han apoyado desde que jugaron su primer partido, en 2007.
"Nos gusta ganar, luchar, poner el coraje que tenemos (...). Tenemos la actitud en alto para darle más victorias al país y para darle más alegrías al pueblo salvadoreño que siempre nos ha acompañado", dijo el pívot.
Dijo que tanto él como el resto de sus compañeros se encuentran listos para enfrentar las próximas eliminatorias de la Concacaf para el Mundial de Bahamas 2017, que se disputarán en febrero.
El Mundial de Bahamas se disputará del 27 de abril al 7 de mayo.
De clasificar a Bahamas, los dirigidos por Rudis Gallo disputarían su quinto Mundial. El Salvador ya participó en las ediciones de Francia 2008, Dubai 2009, Italia 2011 y Tahití 2013.
La participación más destacada fue en Italia, en donde llegaron hasta las semifinales pero perdieron ante Brasil.
"Para esta eliminatoria la preparación será difícil pero estamos conscientes de que para llegar a hacer las cosas bien tenemos que esforzarnos el doble de lo que hasta ahora hemos hecho", apuntó.
Batres, nacido en la Isla La Pirraya (sudeste), de donde también son la mayoría de sus compañeros, dijo sentirse orgulloso de pertenecer a la selección por considerar que el fútbol playa une a El Salvador. "Portar esta camisa azul y blanco es un gran orgullo para mí", apostilló.
"Todos disfrutamos lo que hacemos, porque lo hacemos de corazón", agregó.
La selección salvadoreña de fútbol playa es la número 23 del mundo y a nivel de Concacaf ocupa el tercer lugar. Estados Unidos es el segundo país de la región y México el primero.