‘No es un problema de fútbol, sino un problema de los marroquís”, dijo el político holandés Geert Wilders en 2012 sobre la muerte durante un partido amateur del juez de línea Richard Nieuwenhuize, tras ser atacado por seis adolescentes y un adulto con raíces en ese país del África árabe.
Este político holandés desea hacer a la selección de Holanda ‘grande otra vez’
Aprovechó la muerte violenta de un árbitro auxiliar para hacer campaña en contra del Islam y la inmigración.
Desde 1997, Wilders lidera al Partido por la Libertad y la Democracia cuyas propuestas son sacar a Holanda de la Unión Europea y cerrar sus fronteras a la inmigración musulmana. Se trataba de un partido político irrelevante, hasta la crisis económica mundial del 2008, cuando empezó a ascender y ahora es más factible su victoria en las urnas.
Paradójicamente, Wilders cuenta con apoyo en las comunidades migrantes procedentes de antiguas colonias holandesas, como Suriname en Sudamérica. ‘Tal vez te sorprenda escuchar esto de un afro-holandés, pero yo apoyo a Wilders. Deberíamos salirnos de la Unión Europea’, dijo un ciudadano holandés entrevistado al diario británico The Sun.
En lo futbolístico, Holanda afianzó su estatus como potencia mundial durante los años ochenta y noventa, cuando en ‘La Naranja Mecánica’ participaban afro-holandeses e indo-holandeses con raíces en Curaçao, (como el goleador Patrick Kluivert), Indonesia (Giovanni van Bronckhorst) y el mismo Suriname (Clarence Seedorf, Frank Rijkaard y Ruud Gullit, todos ellos hicieron época con el AC Milán de Italia).
No obstante, con la entrada y desarrollo en la Unión Europea y la consiguiente participación holandesa en las políticas migratorias europeas, la liga holandesa ha entrado en declive, incapaz de competir económicamente con Inglaterra o España, incluso con la Liga MX. Holanda fue eliminada prematuramente de la Euro 2012 y ni siquiera calificó para la Euro 2016.
Contrario a las advertencias de Wilders sobre una ‘invasión musulmana-marroquí’ contra Holanda, son escasos los futbolistas holandeses-musulmanes que han logrado establecerse con la selección. El volante Ibrahim Afellay ha sido incluido, mas nunca como titular de ‘La Oranje’; y el atacante Nordin Amrabat representó a las selecciones menores holandesas, aunque optó por jugar finalmente para Marruecos a nivel mayor.
‘Si quieren recuperar a su país, si quieren que Holanda sea para la gente de Holanda, su propia casa, otra vez, entonces ya saben por quién votar’, declaró en un acto político que congregó a miles de simpatizantes hace algunas semanas. ‘No todos son escoria, pero hay mucha escoria marroquí en Holanda haciendo las calles más peligrosas’, finalizó.
Su eslogan es ‘hacer a Holanda nuestra otra vez’. En realidad, lo que Wilders quiere es regresar a Holanda a un pasado idílico que ya no existe: el de la mítica Naranja Mecánica, campeón sin corona del fútbol mundial.