Y es que después de un pesado partido en el que se fueron hasta el tiempo extra sin definir a un ganador tras el 1-1 en el marcador, con goles de Bukayo Saka para los ingleses y Breel Embolo para los Suizos, los penales se convirtieron en la última opción.
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Fue aquí cuando Jordan Pickford definió la historia, cuando ante el tiro de Manuel Akanji, se tendió hacia su costado izquierdo y se encontró con el balón para detener el primer tiro de los suizos, de la tanda de penales, y que más tarde sería decisivo para determinar al ganador, en esta caso Inglaterra.
Pero el arquero del equipo de la rosa no lo hizo del todo solo, hubo "ayuda" y no fue precisamente de un compañero o de alguien en la cancha, sino de su botella de agua, donde guardaba el más grande de sus secretos.
Cuando decimos que todo estaba en su botella para el agua, nos referimos a que en ella contaba con una guía muy completa para saber todo sobre los posibles tiradores rivales, en ella se encontraba un "acordeón" en el que se marcaba como tiraba los penales todos y cada uno de los jugadores suizos, por lo que parar el penal a Akanji, no fue precisamente obra de la casualidad.
Finalmente, Inglaterra, luego del 1-1 en tiempo regular y extra, se impuso a Suiza 5-3 en la tanda de los penales, ya que el último de los tiros ya no fue necesario que se cobrara.
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