La derrota contra Jamaica en Semifinales de Copa Oro dejó a Jürgen Klinsmann mal parado ante el fantasma del fracaso que se llevó a la tumba a sus predecesores en la Dirección Técnica de la Selección de Estados Unidos.
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Si bien Sunil Gulati y la Federación depositaron su confianza en el técnico alemán, quien ya suma cuatro años al frente del combinado de las Barras y las Estrellas, la sorpresiva caída ante los caribeños no estaba presupuestada y ahora sólo lo salvaría ganar el duelo por el pase a la Copa Confederaciones de 2017.
Klinsmann hizo su parte en la pasada Copa Oro, al llevar a los norteamericanos al título, que les dio medio boleto a la Confederaciones, pero falló en la meta de conseguir la otra parte del pasaje en casa.
Los antecedentes juegan en contra del entrenador, ya que fracasos similares o peores firmaron la sentencia de los que pasaron antes por el puesto.
Bob Bradley dirigió al equipo estadounidense justo antes que Klinsmann. Su despedida fue por la puerta de atrás, después de perder la Final de la Copa Oro 2011 de manera estrepitosa contra México.
Su escuadra se adelantó 2-0 y todo era alegría, hasta que vino la remontada del Tri, con un golazo de Giovani dos Santos incluido.
Antes estuvo el consagrado Bruce Arena, pero ni él se salvó del corte. Luego de ocho años al frente del cuadro nacional, el neoyorquino salió tras quedar eliminado en la Fase de Grupos del Mundial de Alemania 2006.
El Mundial también fue la guillotina para Steve Sampson. Oficialmente nadie lo corrió, pero él presentó su renuncia después de que Estados Unidos perdió todos su partidos en Francia 98.
Bradley y Arena cayeron bajo el mandato de Gulati en US Soccer y luego de la visita del directivo al vestidor del Georgia Dome el miércoles, el panorama no luce alentador para Klinsmann, quien tendrá la salvación o el fracaso en sus manos.
