Los dos altos cargos de la FIFA detenidos en Zúrich acusados de supuestos cargos de corrupción se han opuesto a su extradición a Estados Unidos, según informó el ministerio de Justicia de la Confederación Helvética.
Alfredo Hawit y Juan Ángel Napout rechazan extradición a Estados Unidos
Los dos altos cargos de la FIFA detenidos en Zúrich acusados de supuestos cargos de corrupción se han opuesto a su extradición a Estados Unidos
En un comunicado, el ministerio confirma que los detenidos son Alfredo Hawit, presidente de la Confederación Centroamericana de Fútbol (Concacaf) y vicepresidente de la FIFA; y Juan Ángel Napout, igualmente vicepresidente de la FIFA y presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Hasta la fecha las autoridades suizas no habían confirmado el nombre de los detenidos, aunque la prensa estadounidense los había adelantado.
La Policía Judicial de Zúrich interrogará hoy a los dos dirigentes, que permanecerán detenidos a la espera de que Estados Unidos envíe una solicitud oficial de extradición.
Estas demandas deben ser presentadas en un plazo de 40 días, tal y como establece el tratado de extradición en vigor entre Estados Unidos y Suiza.
Durante ese periodo, los detenidos pueden elegir ser extraditados con un procedimiento simplificado y no esperar a que las autoridades de la Confederación Helvética se pronuncien sobre si autorizan o no dicha extradición.
La Justicia estadounidense les acusa de haber recibido sobornos que se elevan "a millones de dólares" a cambio de la venta de los derechos de retransmisión de torneos futbolísticos disputados en América Latina y partidos de clasificación para Mundiales de Fútbol.
Según la información aportada por las autoridades de Estados Unidos a sus homólogos suizos, algunos de esos delitos fueron acordados y preparados en territorio estadounidense y los pagos se habrían realizado a través de bancos de ese país.
Los altos cargos de la FIFA se encuentran en Zúrich con motivo de la reunión del Comité Ejecutivo que concluye hoy.
Estas circunstancias se asemejan a las que, el 27 de mayo pasado, dieron lugar a la detención de otros siete altos responsables de la organización deportiva, quienes se encontraban en la ciudad suiza para participar en el congreso de la FIFA y la elección de su presidente.
De los siete detenidos en mayo, dos aceptaron voluntariamente su extradición: el estadounidense Jeffrey Webb y el brasileño José María Marín.
El costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el británico Costas Takkas, el venezolano Rafael Esquivel y el uruguayo Eugenio Figueredo se opusieron a ser extraditados y apelaron a la decisión en su contra del Ministerio suizo.
Actualmente, sus casos son examinados por el Tribunal Federal de Justicia de lo Penal de Suiza.
Además, Suiza mantiene congeladas varias cuentas bancarias supuestamente utilizadas para el cobro de los sobornos y tiene incautada la documentación relativa a esas cuentas, que ha decidido entregar a EEUU.
Si los titulares de las cuentas se oponen a ello pueden apelar a esa decisión ante el mismo Tribunal Federal que está evaluando las extradiciones.
Mientras, Joseph Blatter, reelegido en mayo como presidente de la FIFA, se encuentra suspendido desde el pasado 7 de octubre por un periodo de noventa días por otra investigación, iniciada por la justicia suiza, por el presunto pago irregular de dos millones de dólares al presidente de la UEFA, Michel Platini, suspendido por esta misma causa por el mismo periodo de tiempo.
La FIFA, por su parte, aseguró tras las detenciones practicadas hoy que seguirá cooperando plenamente con las investigaciones y adelantó que no hará más comentarios sobre estos casos.