La selección inglesa femenina de fútbol se valió de dos concesiones defensivas del combinado anfitrión para sellar, con el definitivo 2-1, su pase a las semifinales del Mundial de Canadá, ronda que las pupilas de Mark Sampson alcanzan por vez primera en su historia.
La presión que suponía tener que brindar a los 54.027 aficionados congregados en el BC Place Stadium de Vancouver la clasificación para las semifinales convirtió al combinado canadiense en una escuadra vulgar, con la única excepción de una brillante acción de Christine Sinclair que, equivocadamente, invitó a pensar en un futuro halagüeño para el conjunto local.
El aplomo y la calidad exhibidos por la capitana del conjunto anfitrión, sin embargo, no encontraron continuidad en sus compañeras, lastradas por un inocente y desafortunado error de Lauren Sesselmann. Incapaz de controlar o de despejar el esférico, la dubitativa defensora entregó el 1-0 a Jodie Taylor.
No terminaron ahí los despropósitos de Sesselmann, autora de la falta lateral que precedió al tanto que permitió a Lucy Bronze doblar la renta inglesa cuando no se había cumplido el primer cuarto de hora.
Ante la inesperada realidad que advertía el 2-0, las canadienses se reunieron sobre el césped para trazar un plan alternativo que les permitiera contener el empuje del cuadro dirigido por el galés Mark Sampson, que incluso acarició el 3-0 en un cabezazo de Katie Chapman que fue repelido por la cruceta del marco defendido por Erin McLeod.
La reacción pasaba por Sinclair y la máxima realizadora en la historia del fútbol femenino canadiense respondió con gol. Ella fue quien aprovechó un mal despeje de la portera rival, Karen Bardsley, para reducir la desventaja de su equipo en el minuto 42.
Con 2-1 y por problemas de visibilidad en su ojo derecho, la guardameta del Manchester City debió ceder su puesto tras la reanudación a su homóloga en el Arsenal Ladies, Siobhan Chamberlain.
Las mejores ocasiones, sin embargo, se siguieron sucediendo en la otra área pese al empeño de una infatigable Christine Sinclair de igualar la contienda.
Sophie Schmidt y Adriana Leon trataron asimismo, pero sin éxito, de corregir el destino funesto al que se vio abocado el combinado norteamericano, falto de lucidez en un encuentro que deja un aciago recuerdo a la hinchada local y un récord de asistencia en un partido de fútbol -masculino o femenino- en Canadá.
El resultado (2-1) situó a la selección inglesa por vez primera en las semifinales del torneo, ronda en la que se encontrará con la selección japonesa, defensora del título mundialista logrado cuatro años atrás.
Las Nadeshiko sólo lograron resolver por la mínima (1-0) el duelo que les midió con el cuadro australiano gracias al agónico gol que la delantera del Bayern de Múnich Mana Iwabuchi anotó tras un saque de esquina en el minuto 87.
Por el otro lado del cuadro librarán una bonita batalla por la final los conjuntos de Alemania y Estados Unidos, subcampeón en 2011