La selección de Italia, cuatro veces campeona del mundo, sigue en pleno proceso de renovación y eso mismo ha derivado en que su fútbol esté muy lejos de ser aquel que metía miedo en sus rivales, tal y como quedó demostrado hoy en su choque amistoso ante Ucrania, el cual se disputó en el Stadio Luigi Ferraris de Génova y terminó empatado a un gol.
Italia nada que mejora: en casa, el equipo de Roberto Mancini empató a un gol con Ucrania
Aunque fueron superiores a su rival, los locales no logaron plasmar su dominio en el resultado y terminaron dejando frustrada a la afición que los acompañó en el Stadio Luigi Ferraris de Génova.
Los primeros minutos fueron lo mejor de los pupilos de Roberto Mancini, pues Leonardo Bonucci, Federico Bernardeschi y Lorenzo Insigne crearon buenas opciones de anotar en comienzo.
Pero el impulso local de los 15 primeros minutos se apagó y con ello el partido se vino abajo, ya que los ucranianos, dirigidos por el legendario exdelantero Andriy Shevchenko no generaban ningún riesgo en los predios de Gianluigi Donnarumma, quien fue un verdadero espectador en la primera mitad.
Para el segundo tiempo, el choque mejoró en emociones y, a los 54 minutos, Bernardeschi, jugador de la Juventus de Turín, sacó un potente remate fuera del área que superó de manera inesperada al arquero Serhiy Sydorchuk, gran culpable en el tanto de la ‘Azurri’.
Pero apenas seis minutos duró la alegría para Italia. De manera inesperada y en la que en ese momento era su única llegada de peligro, Ucrania empató el marcador. Ruslan Malinovsky, a los 61 minutos, anotó con una volea dentro del área en apenas la primera opción clara de anotar de los visitantes.
El tanto les dio vida a los visitantes que tras el empate crearon hasta tres opciones claras para haber logrado la victoria en territorio italiano, pero el travesaño y el arquero Donnarumma evitaron la debalce para los de Mancini.
Al final, el partido terminó empatado y ninguna de las dos selecciones se fue del todo feliz, pues los locales volvían a sumar una nueva frustración, mientras los visitantes se fueron pensando que si hubieran hecho algo más desde el inicio quizás se hubieran podido llevar una victoria histórica.