Jugó 59 minutos, hizo dos goles y se fue al hospital a recibir a su hijo recién nacido

¿Qué puede ser más importante para un delantero que marcar goles? Algún desprevenido diría que nada, pero cuando la paternidad se atraviesa en el camino es apenas lógico que las prioridades cambien.

Así le ocurrió este martes a Ryan Colclough, un mediocampista/delantero del Wigan inglés. Su equipo jugaba un partido en casa, el DW Stadium, contra el Doncaster Rovers por la tercera división de la liga inglesa. A la misma hora, pero en otro lugar de la ciudad, su esposa estaba en trabajo de parto de su segundo hijo.

Colclough fue titular, algo poco habitual en la temporada, pero respondió con creces a la confianza del entrenador. Marcó dos goles, uno en el tiempo de reposición de la primera parte y otro al minuto 13 de la segunda mitad. Ambos los festejó moviendo sus brazos de lado a lado, simulando que mecía un bebé. Inmediatamente después de terminar la celebración del segundo tanto pidió el cambio.

Pero Colclough no se fue al banquillo de suplentes. De hecho, siquiera pasó por las duchas del camerino. Salió directo hacia el hospital donde estaba su esposa y, aún con el uniforme sudado y los tacos llenos de tierra, alcanzó a recibir a su segundo hijo.

Fue el presidente del equipo, David Sharpe, quien compartió la tierna foto en sus redes sociales.

Hoy los medios ingleses registran el hecho con amplio despliegue. Incluso las casas de apuestas ofrecen una suma de dinero interesante si alguien quiere apostar que el pequeño retoño de la familia Colclough será convocado a la selección inglesa en un futuro.