La cuarta década de Lionel Messi: el momento de cerrar su legado
El argentino, quien cumple 30 años de edad, buscará cerrar su carrera con los títulos que le hacen falta con su selección absoluta.
Aquel chico que maravilló al mundo con el Barcelona en la Champions League de 2006 en un partido ante el Chelsea es un futbolista maduro, una historia llena del deporte, una de las más brillantes del siglo XXI.
Pero en el fútbol, los 30 años representan necesariamente el punto de inflexión, la etapa del declive de cualquier jugador profesional. Las piernas dejan de responder igual, se empieza a perder velocidad, el regate ya no es igual y todo el deterioro físico se puede compensar en parte con la experiencia, hasta que de plano no se puede más.
Basta ver el ejemplo de un compañero de Messi aquel 22 de febrero de 2006 con el Barcelona, el mexicano Rafael Márquez, cuyos meses en el balompié profesional parecen estar ya contados y que más por músculo y voluntad que por el fútbol que tuvo antaño podría llegar a su quinto Mundial. No, no es demeritar al “Kaiser de Zamora”, sino todo lo contrario, es un ejemplo de longevidad que bien podría tomar hasta el mismísimo Messi.
Messi es campeón de Europa, Mundial, de Liga española, Copa del Rey, Supercopa continental y doméstica; todas en más de una ocasión, para sumar 30 títulos con el Barcelona. Messi es el antes y el después de uno de los clubes más ganadores del mundo y su palmarés es objeto de envidia -buena o mala- para cualquier futbolista.
Cuando se trata de selección nacional, un campeonato mundial sub 20 en 2005 y el oro olímpico de 2008 dieron la ilusión de estar ante el sucesor de Maradona, pero con la mayor de la ‘Albiceleste’, Messi aún no levanta ningún trofeo, la gran cuenta pendiente que tiene. Un peso que, justa o injustamente, para bien o para mal, se le ha cargado al rosarino.
Es cierto, con el Barcelona, se juegan hasta seis trofeos en un año (¿recuerdan ese mágico 2009 del Barcelona que ganó Liga, Copa del Rey, Champions League, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes?) y Argentina solamente disputa, de manera oficial, Copa América, Mundial y una posible Confederaciones, todos torneos con cuatro años de espacio entre cada edición, pero es innegable que a Messi le falta ese brillo.
Durante el Mundial Rusia 2018, Messi cumplirá 31 años de edad y muy probablemente cortará el pastel de su onomástico 32 durante la Copa América del año siguiente en Brasil.
El reloj se le acaba a Messi si Argentina no conquista alguno de esos títulos: pues para Qatar 2022, llegaría con 35 años y la siguiente Copa América se espera no para 2023, sino para 2024, si es que Conmebol empata en calendario su torneo principal de selecciones con la Eurocopa.
Messi a los 31 y todavía a los 32 llegará en esplendor a Rusia y Brasil. Para los 35, es difícil saberlo. No lo descartemos, pues hemos visto casos de longevidad inesperados en otros deportes (¿les suena el nombre de Tom Brady?).
Ojo, y asumimos que Argentina clasifique al próximo Mundial, pues su pase está aún en la tablita. Pero a Messi se le puede estar yendo ese tren, uno que complete un legado brillante al fútbol mundial. No es hacer menos tres decenas de palmarés con el Barcelona, ni compararlo con Maradona, es darle un cerrojazo justo a uno de los mejores futbolistas que se haya visto sobre la faz de la Tierra.