La continuidad de Antonio Conte al frente del banquillo del Chelsea la próxima temporada ha dado un vuelco inesperado en las últimas dos semanas. La historia tiene todos los componentes perfectos de una novela televisiva a la que le faltan sólo dos capítulos. El protagonista, obviamente, es Antonio Conte, a quién la directiva del Chelsea le lleva buscando sustituto desde el año pasado. Como no les dio tiempo, le mantuvieron y ahora los acontecimientos le vuelven a sonreír al italiano.
La directiva del Chelsea dividida sobre la continuidad de Antonio Conte
A pesar de la victoria en la FA CUP, el conjunto inglés no jugará la Champions la temporada que viene. La directiva no ha encontrado el recambio que pidió Abramovich
Todo comenzó cuando Conte despidió a Diego Costa por mensaje de texto el año pasado. En ese momento Marina Granovskaia, mano derecha del dueño del club (Roman Abramovich), sentenció al técnico italiano. Costa se convirtió en en el favorito de la afición blue y ganó dos Premier League en tres años. Anotó 89 goles en la liga inglesa y fue pieza clave en la consecución de ambos títulos. Además, fue un fichaje por el que apostó Marina de manera directa. De hecho, ella fue la que lo sugirió. La directiva y su equipo no entendieron la decisión unilateral del técnico y, además, le recriminaron la acción, ya que Diego Costa podría haber conseguido su carta de libertad legalmente tras ese mensaje. Finalmente, el Atlético de Madrid y el Chelsea llegaron a un acuerdo económico.
Tras ese capítulo, buena parte de la directiva de Marina Granovskaia estaba ansiosa esperando errores del italiano. En la Premier de este año el Chelsea fue un fracaso. En la Champions, un fiasco. Y el fichaje que iba hacer olvidar a Costa, el español Álvaro Morata (traído del Real Madrid por casi 90 millones de euros) no ha cuajado en el equipo y está en venta. Abramovich autorizó la búqueda de un nuevo entrenador para la temporada siguiente. Marina apostó por Luis Enrique, ex del Barcelona, quien parecía responder al perfíl. Sin embargo, fuentes del club señalan que las exigencias del asturiano estaban fuera de mercado e, incluso, de la lógica. Es más, algunos directivos dijeron que ´nunca antes habían visto a nadie tan arrogante´.
Con la opción de Luis Enrique en vía muerta y el club en la quinta posición (no jugará la Champions League la temporada que viene) la directiva no puede despejar aún las dudas sobre la continuidad de Antonio Conte, a pesar de haber ganado la FA CUP de este año frente al Manchester United. Tras la victoria, algunos directivos del club le preguntaron a Abramovich sobre quién creía que había ganado realmente la FA CUP. Cabe recordar, que el Manchester United sí jugará la Champions al haber clasificado segundo.
Roman Abramovich debe analizar ahora si el bálsamo de un trofeo menor compensa la debacle económica que supone no estar en el bombo de la Champions en año que viene. La directiva lo tiene claro, Conte no debe seguir, pero no han traído una alternativa que haga al dueño del club firmarle el finiquito. El italiano parece tener más vidas que un gato y ya está planificando el próximo curso.