El Comité de Apelación de la Federación Española de Futbol (RFEF) desestimó el recurso del Barcelona contra la sanción de dos partidos al delantero argentino Lionel Messi, por su expulsión en la final de la Supercopa ante el Athletic Club de Bilbao el pasado 17 de enero.
Apelación mantiene la sanción de dos partidos a Lionel Messi con el Barcelona
La RFEF mantuvo su postura por la expulsión del argentino en la final de la Supercopa ante el Athletic de Bilbao.
La resolución de Apelación publicada este viernes por la RFEF señala que "para que se mantenga la presunción de veracidad del acta arbitral" basta "que las imágenes no contradigan rotundamente lo expresado en ella".
"Lo que se aprecia en las imágenes es perfectamente compatible con la existencia de golpeo, por mucho que también pueda serlo con otras posibilidades, incluida la versión del Club. En las imágenes, con independencia del fin último del jugador sancionado (que el Club cree que es zafarse del adversario), se aprecia que un cuerpo da con violencia contra otro (eso es el golpe según el DLE de la RAE), no siendo evidente nada de lo que el Club da por seguro en su recurso, como que el rival exagere las consecuencias de un contacto que el propio club reconoce", afirma.
La decisión unánime de Apelación, que puede recurrirse en un plazo de quince días ante el Tribunal Administrativo del Deporte, indica en sus fundamentos jurídicos que "el apreciar que la fuerza sea excesiva es algo que en buena medida compete al margen de discrecionalidad técnica del colegiado".
Messi, que ya cumplió el jueves el primero de los dos encuentros en el choque ante el Cornellá de la Copa del Rey, fue expulsado con roja directa por primera vez como jugador del Barcelona en el minuto 120 de la final de la Supercopa después de que el colegiado Jesús Gil Manzano revisara la acción en el vídeo de una agresión sin balón al jugador del Athletic Asier Villalibre.
El arbitró reflejó en el acta que le mostró la roja por golpear a un contrario con el brazo haciendo uso de fuerza excesiva estando el balón en juego pero no a distancia de ser jugado.
El pasado martes 19 el Comité de Competición de la RFEF sancionó al jugador con dos partidos en aplicación del artículo 123.2 del Código Disciplinario, "Violencia en el juego", por su comportamiento en la final jugada en Sevilla, en la que el Athletic ganó el título (2-3).