El Atlético de Madrid sumó su primera victoria de la temporada después de imponer por un contundente 0-4 al Celta de Vigo, en un partido en el que supo sufrir y trabajar en la primera parte y en el que se convirtió en una apisonadora en la segunda, muy superior a su rival a raíz del gol de Koke.
Atlético de Madrid destroza al Celta y logra primer triunfo de la temporada
Los colchoneros lograron su primera victoria de la temporada 2016-17, luego de dos jornadas de igualar ante sus rivales.
La necesidad de ganar animó a Diego Pablo Simeone a apostar por el bloque de la pasada, con el francés Kevin Gameiro y el argentino Nico Gaitán en el banquillo, para situar a Fernando Torres como acompañante del internacional francés Griezmann y al belga Carrasco en la banda izquierda.
Pero la asfixiante presión del centro del campo del Celta evitó que los atacantes rojiblancos entraran en juego. Sólo las individualidades de Griezzman y la velocidad de Carrasco hacían daño a un rival que no renunció a su estilo y se esforzó en no cometer errores que facilitasen los contraataques del Atlético.
El choque, por momentos, se convirtió en una partida de ajedrez, con ambos equipos centrados en no descomponerse. Berizzo y Simeone tenían muy bien estudiado al rival. El Celta buscaba darle velocidad al juego; el Atlético se defendía con las líneas juntas y esperaba su oportunidad a balón parado o en una acción de contraataque.
Fue el Celta el que dispuso de las mejores ocasiones de la primera parte, con un disparo de Señé que estrelló en la red lateral y con un remate de Bongonda que se marchó demasiado cruzado, aunque el Atlético también generó peligro con un disparo demasiado cruzado de Griezmann, un cabezazo de Godín y un centro de Carrasco al que no llegaron ni el atacante francés ni Torres.
Perdonó el equipo gallego en el primer tiempo y, como le había pasado el año pasado ante el Atlético, lo pagó, ya que en el arranque del segundo acto Koke lo golpeó tras un gran centro de Griezmann.
Ese gol destrozó al Celta y agigantó a su rival, que se adueñó del centro del campo. Koke y Saúl empezaron a entrar más en juego y Griezmann y Carrasco, con espacios, se convirtieron en una pesadilla para la zaga.
Precisamente el extremo belga, después de driblar a Sergio, reclamó un penalti en el minuto 60, que Jaime Latre no señaló. El Atlético ya era dominador absoluto. El francés Gameiro, que acababa de entrar en el terreno de juego, pudo sentenciar pero su remate, a puerta vacía, se marchó fuera.
Un error que enmendó poco después su compatriota Griezmann con un espectacular cabezazo para terminar de tumbar al Celta, que acabaría por entregarse a su rival, que aún marcó dos goles más, otro de Griezmann y uno del argentino Ángel Correa en los últimos minutos.