Algo huele mal en el Real Madrid. Cuando tenía que estarse descorchando el champagne, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale declaraban que se querían ir del Real Madrid.
De Cristiano y Bale a Zidane, ¿por qué nadie quiere estar en el Real Madrid?
Ya el portugués y el galés habían avisado que algo olía mal en el equipo merengue; hoy 'Zizou' acabó por confirmar que hay hartazgo dentro del Madrid.
No había pasado ni siquiera una hora que el Real Madrid había obtenido su tercera Champions League de manera consecutiva, un hito contemporáneo en el fútbol, cuando la mayor estrella del equipo dejaba entrever que se iba.
Pudo haber sido un caso aislado. El problema es que, como si fuera su fiel escudero, Gareth Bale soltaba el mismo misil anticipando su deseo por irse del Real Madrid. El galés explotaba contra su equipo cuando aún se encontraba sobre la grama del Estadio Olímpico de Kiev celebrando su dominio por Europa.
Tirado el champagne por el caño, la resaca se extendió apenas unos días después con imágenes del propio Cristiano Ronaldo y Marcelo burlándose de su Presidente, Florentino Pérez, en pleno discurso de celebración.
Si no fuera poco, el mismo jugador portugués acallaba con muy pocas ganas su deseo de quedarse en la entidad, al tiempo que en media Europa se exponía que existía una mareante oferta del PSG para llevárselo a la ‘Capital de la Luz’.
Parecía que nadie quería estar en el Real Madrid. Solo Florentino Pérez y Zinedine Zidane, los únicos personajes fijos de cara a la campaña 2018-2019.
Hoy eso quedó de manifiesto que tampoco sucederá.
Zidane se fue. De manera intempestiva, se fue. Lo hizo de manera repentina ante los expectantes ojos del mundo y de Florentino Pérez. Un golpe silencioso y profundo a su Presidente que seguramente lo dejará muy mal presentado ante la afición blanca. Bastante incisiva y crítica ante bajas como esta.
Algo sucede cuando en un equipo del tamaño y la importancia del Real Madrid, ‘los peces gordos’ quieren abandonar el mar. No es un tema de hambre ni de resultados, es simplemente un tema de hartazgo. Y ese hartazgo tiene nombre y apellido: Florentino Pérez.
Cuando el Presidente se siente más figura que el entrenador o la estrella del equipo, ni los buenos resultados pueden poner un buen ambiente en el grupo.
Eso se huele, se sabe. No hay que ser adivino ni vivir adentro del vestidor del Real Madrid para entender que la falta de motivación llega por la cúpula del equipo.
Zidane se fue como en algún momento se irá Cristiano, Bale, Navas o el propio Ramos. Pero ahí, se quedará la figura de un Presidente dictatorial que ha desencadenado el enfado de los ‘pesos pesados’ del vestuario, la figura del equipo, y el técnico tres veces campeón del Europa.