A las dudas dejadas en San Mamés durante el 0-0 contra el Athletic Club ahora se suma una actuación que exhibe al Barça como una escuadra dependiente atrás de las salvadas de Marc Andre Ter Stegen.
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La línea de tres zagueros, muy a la italiana, de la escuadra vallisoletana neutralizó al tridente ofensivo culé, formado esta vez por Lionel Messi, Ousmane Dembele y Kevin Prince Boateng, quien lució muy falto de calidad a grado tal de ser substituido por Luis Suárez.
No obstante, Messi desde el manchón penal puso el 1-0 a falta de unos cuantos minutos para el medio tiempo.
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Imagen ALBERT GEA/REUTERS
En el palco del Camp Nou estuvo presente durante el patido el exjugador brasileño Ronaldo (derecha) con el presidente del Barcelona Josep Maria Bartomeu (izquierda).
Sergi Guardiola, extremo del Valladolid, dispuso de un par de oportunidades para igualar, bien blocadas por el guardameta alemán en Camp Nou. En la otra portería, Suárez y Messi erraban ocasiones fáciles para futbolistas de sus tamaños, finalmente resueltas por Jordi Masip, canterano de La Masia.
En la recta final del juego Ronaldo Nazario, dueño de la escuadra violeta, veía desde el palco presidencial junto a Josep María Bartomeu cómo los suyos iban quedándose sin piernas. Entró el juvenil ecuatoriano Stiven Plaza buscando el 1-1, pero Gerard Piqué estuvo infalible en la marca.
Como infalible (y brillante) resultó Masip adivinando otro penal cobrado por Messi. En el contrarremate del argentino aún se dio el lujo de quedarse a una sola mano con el balón.
Con la victoria el vigente campeón de La Liga se mantiene lejos del Atlético y del Real Madrid en la general, cambiando el chip para el duelo del martes contra el Lyon en la Champions League.
