Una demostración de pegada, con dos goles en las dos primeras ocasiones de Antoine Griezmann y Saúl Ñíguez, remarcaron la superioridad del Atlético de Madrid sobre el Getafe, desbordado ante tal efectividad, doblegado sin matices y sin respuesta ante un equipo rojiblanco tan solvente como incontestable.
El Atlético derrota al Getafe y se mantiene como sublíder, sólo detrás del Barcelona
Los Colchoneros llegaron a 44 puntos y se mantienen sólo dos unidades debajo de los culés, que entrarán en acción este domingo.
Tres puntos más al acecho del liderato del Barcelona, 17 encuentros ya de esta temporada sin una sola derrota en el estadio Wanda Metropolitano y 18 jornadas seguidas sin perder, mientras sigue siendo un adversario invencible, imbatible e inabordable en toda la era Simeone para el Getafe, hoy superado y desfigurado.
Entre el atasco generalizado, entre un partido que no iba ni para un lado ni para otro, a Antoine Griezmann le bastó su primer tiro, un zurdazo inapelable nada más entrar en el área, ya camino de la media hora, para romper un duelo que apuntaba dificultad, pero fue simple.
El '7' rojiblanco demuestra día a día el por qué el club, el cuerpo técnico y sus compañeros insistieron tanto en su permanencia en verano, aunque fuera millonaria. Su momento es imponente: 11 goles y seis asistencias en los últimos quince duelos; ha sido un factor esencial en 13 de los últimos 17 goles de su equipo y no para de marcar en La Liga; siete goles en las siete citas más recientes.
Ya no hubo discusión del ganador, menos aún con el 2-0, diez minutos después, cuando Saúl desplegó su llegada, una de sus mejores virtudes, sino la mejor, para remachar el rechace de David Soria al remate de Kalinic. La defensa del Getafe ya había sido desbordada instantes antes en esa acción, con el pase de Thomas a la entrada de Lucas por la izquierda.
El cuadro rojiblanco está a la espera de Álvaro Morata. Su nombre sonó en el Metropolitano, desde el 'Frente Atlético' se cantó 'Menos Morata y más Borja Garcés (en referencia al delantero del filial de Segunda B). La respuesta general desde el resto del estadio fueron los silbidos contra esos gritos. Morata también fue canterano rojiblanco.