Todo comenzó en el 2001, en la segunda división española, cuando el mexicano Gerardo Torrado fichó por el Sevilla de cara al ascenso a La Liga de las Estrellas. El club era un “yoyo” que bajaba y subía entre categorías sin lograr consolidarse. Desde entonces no ha vuelto a pisar zona de descenso.
Esta es la fórmula secreta del Sevilla Fútbol Club que no se puede plagiar
El club andaluz no tiene ni la cuarta parte del presupuesto del Real Madrid o del Barcelona, pero acierta los fichajes ¿cuál es el secreto?

Joaquín Caparrós, el entonces estratega de los “hispalenses”, confió la contención del equipo al mexicano, quien disputó más de 40 partidos de primera división enfundado en la camiseta del club del cual “dicen que nunca se rinde”. No obstante, a instrucción del director deportivo Ramón Rodríguez Verdejo, “Monchi”, el equipo adquirió a los brasileños Renato Dirnei y Julio “La Bestia” Baptista.
Los días de Torrado en el Sánchez-Pizjuán estaban contados.
Y es que esta dirección deportiva es ambiciosa y no repara en mostrar la puerta de salida al que sea si el recambio promete mejorar el nivel competitivo. El propio Caparrós fue echado eventualmente y llegaron Juande Ramos, Manolo Jiménez, Unai Emery y Jorge Sampaoli. ¿Los resultados? Cinco títulos de Europa League/Copa de la Uefa en menos de una década.



















Dicen que la afición del archirrival de la ciudad, el Real Betis Balompié, es incluso más apasionada, más fiel y más sufrida que la afición sevillista. Si tú vas y hablas con un bético, te dirá seguramente que la escuadra verdiblanca nada le pide ni nada le envidia al Sevilla… Salvo el contar con un directivo como “Monchi”.
“Táctica y físicamente, el futbolista de la liga francesa es uno de los más completos del mercado. Ajusta con lo que busco para mi equipo. Por ejemplo, (el contención polaco) Grzegorz Krychowiak jugaba en el Stade Reims y no precisó tiempo de adaptación a La Liga. Y financieramente se pide menos; los precios y los sueldos se ajustan a nuestro presupuesto. Honestamente nunca he tenido una decepción en diez años.”
Estas palabras pertenecen al directivo sevillista recogidas por el periódico francés Le Journal du Dimanche. Por cierto, Krychowiak llegó al Sevilla por cinco millones y ser marchó a París vendido por 33.
Rodríguez Verdejo siguió detallando su fórmula secreta: “Tengo un equipo de 16 scouts, todos conmigo en Sevilla… Una vez que ponemos el ojo en un futbolista, envío a un grupo para observarlo al menos diez veces. Cada observación es detallada en un reporte y al final tenemos 80 nombres que enlistamos en un fólder para entregárselo a nuestro director técnico”.
“Con todos los jugadores hablamos en persona: el contacto humano es la única forma de reducir el riesgo de error” (así fichó a Kevin Gameiro: comprado por diez millones y vendido por el doble).
Esta semana todo mundo hablará de Sampaoli, el genio de la pizarra que terminó con la mágnifica racha ganadora de Zidane. Pero el Sevilla FC tiene una fórmula secreta que nadie podrá plagiar jamás. Ahora tú la conoces, pero no se la digas a nadie.