Kaká y los peores fichajes del Real Madrid

Uno de los fichajes más desilusionantes fue el de Kaká; ocurrió en el verano del 2009 cuando también llegaron Cristiano Ronaldo y Benzema.

Lucas Silva firmó con el Madrid en 2015 a los 22 años tras despuntar como centrocampista defensivo en el Cruzeiro, con el que fue campeón.

El brasileño costó 13 millones de euros y disputó sólo 8 partidos como merengue antes de irse cedido al Marsella.

Nicolás Anelka fue el fichaje más caro de España en 1999 cuando el Madrid pagó 35 millones de euros por él. Ganó la Champions y tras una temporada fue vendido.

Uno de los fichajes que más ilusionó al Madridismo fue el de Antonio Cassano, que llegó en enero del 2006.

'Talentino' arrancó bien y mostró destellos pero perdió la forma física y criticó a Capello por lo que fue perdiendo su lugar y no marcó diferencias.

Royston Drenthe llegó al Real Madrid tras ser campeón y uno de los mejores futbolistas del Europeo Sub-21 en 2007.

Finalmente, salió cedido en 2010 al Hércules, luego al Everton y en 2012 quedó libre. Actualmente juega en el Kozakken Boys de la tercera holandesa.

Julien Faubert llegó como última opción en enero del 2009 en calidad de cesión desde el West Ham.

El francés jugó 60 minutos, se perdió un entrenamiento porque pensó que tenía día libre y se durmió en la banca a medio partido.

Thomas Gravesen llegó al Real Madrid en enero del 2005 como posible solución para el centro del campo.

Gozó de algunos buenos momentos y rozó una Final de Champions pero en general quedó a deber como Madridista.

Perica Ognjenović llegó como delantero prometedor en 1999 pero apenas anotó un gol en 22 partidos y duró dos temporadas. Le apodaban 'El Átomo'.

También desde el Estrella Roja, llegó el croata Robert Prosinečki que sufrió diversas lesiones que le impidieron rendir. Luego jugó en el Barça.

Jonathan Woodgate llegó por 22 millones en 2004. Sufrió graves lesiones que lo tuvieron fuera todo un año y debutó con autogol y expulsión.