¡Una ciudad que arde! Sevilla y su inigualable pasión por el derbi

La espiritualidad de Sevilla se multiplicará por dos al vivir la ciudad dos de sus grandes pasiones a la vez: la religión y el futbol. Este sábado se vivirá una edición más de El Gran Derbi entre el Sevilla FC y el Real Betis en la víspera de inicio de la Semana Santa.

Cuando cualquier extranjero llega a la capital andaluza, lo primero que escucha es que hay tres cosas imperdibles durante la primavera: la Semana Santa, el derbi y la Feria de Abril, eventos que suelen empalmarse.

Dos de esos extranjeros serán los mexicanos Diego Lainez y Andrés Guardado, el primero en su primera experiencia en un derbi y el Principito ya en su cuarta.

En esta ocasión, el Sábado de Pasión se vivirá a tope en una ciudad que llevará su fervor al límite; en donde una de las decisiones más importantes para cualquier familia al tener un nuevo integrante es saber si será del Betis o del Sevilla y a cuál hermandad va a representar.

La capital andaluza cuenta con aproximadamente 60 asociaciones religiosas, llamadas hermandades o cofradías, que entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección realizarán procesiones hacia el centro de la ciudad.

Este año, la Hermandad de la Milagrosa, que tiene su procesión el sábado y pasa por los alrededores del Estadio Sánchez-Pizjuán, tuvo que cambiar su recorrido al ser un evento considerado de alto riesgo.

“Que coincida un derbi con el eterno rival, un Sevilla-Betis, un Sábado de Pasión en Sevilla, con varias procesiones en la calle, eso para mí es lo máximo . Es algo que me va a dar la vida si el Betis gana, me va a dar la vida hasta el año que viene”, contó Sara Jiménez, aficionada al Real Betis.

Así, la capital andaluza comparte el blanco, pero es dividida desde hace más de un siglo entre verde y rojo, 'verderones' y 'palanganas', que impacientes esperan El Gran Derbi, con emoción desmedida que pasa de generación en generación.

“Me hace mucha ilusión porque no va a tener nada que ver con lo que has vivido, te vas a dar cuenta de que es una final de UEFA Champions League sin que se dé un trofeo al final, no importa la tabla, no importa quién haya ganado durante tantos años, en ese derbi da igual”, explicó el periodista andaluz Ignacio Liaño.

Este encuentro donde choca la máxima rivalidad, suele ser el protagonista de todas las conversaciones, en bares, en restaurantes, comercios y en la calle. No son sólo 90 minutos, es todo un pasado y un futuro en juego.

“Normalmente la semana después del partido se le hacen bromas a la gente. Si gana el Sevilla, suelen hacérsele bromas a los béticos. Pero al ser Semana Santa se respetará un poco más, aunque sí que habrán los típicos chistes y bromas”, expresó el seguidor sevillista Javier Quirós.

Rubén Salcedo Vásquez jugó durante 9 años en la cantera del Betis y vivió innumerables momentos como este: “Es un poco humillante para mí, pero uno de los derbis que jugué lo perdimos 0-1 y el gol fue mío en propia puerta. Ha sido el derbi más humillante y en el que más he llorado toda mi vida.

“A mí me la inculcaron desde el respeto, es decir, cuando yo jugaba contra el Sevilla siempre el partido del año era ese. Pero no nos lo pintaban como ‘son una mierda’, sino como que teníamos que tenerles más respeto, porque es el otro equipo potente tanto nivel provincial, como de la comunidad autónoma”, compartió el exdefensa sobre la rivalidad deportiva.

Así es la pasión en Sevilla, esa que, al finalizar el derbi, independientemente del resultado, dejará a cada habitante más entusiasmado con los colores de su equipo, porque futboleros o no, hermanos de la misma cofradía o de ninguna, todos viven así, la sevillanía.