Con Luis Enrique Martínez, que este miércoles anunció que deja el Barcelona al final de temporada, el Barcelona se encontró con un hombre de mentalidad de hierro que insufló a un equipo deprimido pese a sus estrellas su exigencia y carácter para conquistar otra vez títulos.
Luis Enrique, un hombre de carácter que recuperó al mejor Barcelona
El entrenador del cuadro culé recuperó la mejor versión que se vio en el equipo desde que Josep Guardiola se fue.
"No seré entrenador del Barcelona la próxima temporada. Es una decisión muy difícil para mí, meditada, muy pensada y creo que tengo que ser fiel y justo a lo que pienso", dijo Luis Enrique tras ganar este miércoles al Sporting (6-1) y auparse al liderato de la liga.
"El motivo de mi decisión es por la manera que tengo de vivir esta profesión, intensamente y constantemente buscando soluciones. Eso significa pocas horas de descanso. Necesito descansar", añadió el técnico azulgrana que llegó al club catalán, al que defendió como jugador en la década de los 1990, en 2014 y que acaba contrato el próximo 30 de junio.
Luis Enrique, que en sus dos temporadas y media al frente del club azulgrana ha ganado 8 de 10 títulos posibles, recuerda en su manera de decir adiós a Pep Guardiola, que dejó el club con el argumento de que estaba vacío por la exigencia que supone entrenar a un equipo como el Barça.
El carácter indomable y el verbo afilado de Luis Enrique, de 46 años, también le ha llevado a tener varios conflictos en el club, con jugadores como la estrella argentina Lionel Messi y la prensa.
Pero el que fuera ídolo del Camp Nou como jugador, también recuperó a un equipo al que muchos daban por muerto tras la marcha de Guardiola y el experimento fallido de Gerardo 'Tata' Martino.
Logró la liga en su primera temporada y alcanzó la excelencia en la segunda, con un segundo triplete histórico (liga, copa y Champions).
En esto, Luis Enrique también siguió la estela de su amigo Guardiola (2008-2012) que también logró el triplete en 2009.
Esa temporada, 'Lucho' había sustituido a Pep a los mandos del filial azulgrana, en su primera experiencia como entrenador.
Bajo sus órdenes, el Barça B ascendió a la Segunda División y Luis Enrique sumó puntos para hacerse cargo un día del primer equipo.