Barcelona demostró que también sabe sacar adelante los partidos que exigen solvencia y ante un Leganés valiente logró el triunfo de la mano de un inspirado Luis Suárez (0-3).
Luis Suárez sepultó al Leganés con un doblete
El charrúa marcó el doblete que le abrió el camino del triunfo a los azulgranas en su visita al Leganés.
Dando continuidad a lo visto antes del parón por los compromisos internacionales, Ernesto Valverde puso en escena el mismo once que venció al Sevilla en el último encuentro liguero, con Paco Álcacer acompañando en el ataque a Messi y Luis Suárez.
Tal como transcurría el encuentro daba la sensación de que los visitantes iban a tener que meterle más ritmo al juego si querían los tres puntos, pero una acción aislada lo evitó.
La jugada nació de un pase diagonal a Alcácer en el costado derecho del área. El delantero azulgrana golpeó el balón y el efecto desconcertó a Cuéllar, quien despejó como pudo y lo dejó muerto. Lo cazó Suárez, que puso por delante a los suyos y acabó con una racha de cinco partidos sin marcar.
Alcácer, con un cambio de ritmo, desmontó a la zaga local por una banda y lanzó un potente disparo que rechazó Cuéllar con apuros. Pero entonces apareció una vez más Suárez para llevar el balón a la red.
El que no perdonó fue el Barcelona. Messi, desatado en los instantes finales, protagonizó primero una cabalgada con epílogo de zapatazo que desbarató Cuéllar. El guardameta, atento, sacó también el posterior tiro de Suárez.
Más decisivo fue el argentino en su último intento del partido. Tras batallar hasta la extenuación por un balón que parecía inofensivo, logró rescatar un pase para que Paulinho lo empujara a gol. Fue el lacre a un encuentro de oficio que demuestra la solidez del líder.