Un salto al precipicio, aunque no fueran solos, un empujón comunitario, una trampa que el Sevilla puso para dos equipos, para el Barcelona y para sí mismos, un empate que no beneficia a nadie de los que se plantaron en el Estadio Sánchez Pizjuán en la Jornada 30 en LaLiga, pero sí a uno que veía el duelo a 500 kilómetros de distancia: el Real Madrid.
Sevilla y Barcelona no pasan del empate sin goles en LaLiga
Los nervionenses empujaron a la incertidumbre a los catalanes y dejan vía libre al Real Madrid.
Nervionenses y blaugranas igualaron 0-0 en el duelo más atractivo del fin de semana que marca ya la etapa más emocionante en la resolución de LaLiga. El talento y las ganas no bastaron.
Identidad blaugrana, balón a ras de suelo en el Sánchez Pizjuán para unos catalanes que controlaron a placer a los andaluces durante la primera media hora del partido, pero las ocasiones de gol escaseaban. Messi intentó sacar petróleo del césped con un tiro libre lejano, pero Kounde sacó de forma milagrosa el esférico.
Los de Lopetegui esperaron mucho para adelantar líneas, específicamente en el final de la primera parte, pero más en el complemento cuando Jordán encontró más espacio y Ocampos mucha más proyección a la hora de ir al frente.
De hecho, Munir y el propio Ocampos hicieron por fin trabajar a Marc André Ter Stegen quien, cerca de los 60', intervino hasta en tres ocasiones para mantener la meta blaugrana en cero y desquitar su sueldo en el Sánchez Pizjuán.
Sin Griezmann en el campo y con Luis Suárez en su primera titularidad desde enero, a los blaugrana les costaba conectar entre líneas cuando el Sevilla adquiría confianza, ni siquiera la experimentada presencia de Rakitic o el regreso al buen nivel de Busquets parecían ayudar ante un equipo ordenado y férreo.
Setién optó por ingresar a Antoine Griezmann cuando veía que las ideas y el tiempo finalizaban ante un aguerrido conjunto nervionense que vio cómo Reguilón comandaba dos contras que no prosperaron de milagro, Barcelona respondió con una jugada pensada y ejecutada por Luis Suárez que se fue apenas por arriba y Reguilón perdonó definitivamente a los blaugrana de frente al arco en lo que era quizás el tanto que le ofrecía el título al Real Madrid.
Con 65 puntos, el Barcelona espera ahora el resultado de un conjunto merengue que le bastará para ser líder en LaLiga si vence a la Real Sociedad en San Sebastián.