Con Benzema, Ronaldo, Modric, Carvajal y Varane reservados para volar a Japón y ganar el Mundial de Clubes, el Real Madrid vino de atrás venciendo al Deportivo 3-2 y conservando así el liderato absoluto de La Liga de España.
Sin CR7 (¿guardado para el América?) el Madrid ganó sufridamente
En loco partido que el Dépor tenía 2-1 a favor, los merengues vinieron de atrás y pegaron una voltereta ‘a lo Madrid’ con un Ramos en plan heroico.
En reemplazo de los ya mencionados, el míster Zidane sacó un once con Morata, Asensio, Nacho y Danilo que claramente sufría para generar peligro ante la escuadra gallega, que como siempre lucha por salvar la categoría. El primer tiempo se fue en un irrelevante 0-0 que nos depararía una montaña rusa de emociones y sorpresas durante el segundo tiempo.
La primera de ellas llegó por conducto de Morata, quien salió del área para coger una pelota y pegarle un soberbio derechazo lleno de fe que fue a incrustarse en el fondo de las redes deportivistas. El Bernabéu se alzó a vitorear al chico de la cantera a quien poco a poco comienza a pedir más y más en el cuadro titular.
Pero el Deportivo logró voltear la tortilla mediante un golazo que entró por la escuadra de Keylor Navas firmado por Joselu. El segundo para los gallegos también fue obra de Joselu aprovechando que el Madrid adelantó líneas.
El Real Madrid entonces conjuró ese sagrado espíritu blanco para poner las cosas en su lugar. Zidane arriesgó metiendo al adolescente de padres de la República Dominicana, Mariano Díaz, quien agradeció la confianza de su míster con el 2-2. Cristiano Ronaldo, ¿pensando en el América de México, quizás?, lo veía todo desde los palcos de lujo al lado de su nueva novia.
Repentinamente apareció quién sino Sergio Ramos. Como contra el Barcelona, el caballero andaluz se elevó a la salida de un córner sellándole toda la frente a la pelota y dejando sin opciones al guardameta del Dépor. Era pues un 3-2 visto desde el banquillo con una sonrisa por Zizou.
El Real Madrid conserva el liderato de la Liga y se marcha al Japón a fin de poner la cereza del pastel del año 2016.