SAN SEBASTIÁN, España - La UD Las Palmas aguantó el 2-1 de la ida ante la Real Sociedad y un gran gol de Willian José le valió para empatar ante los donostiarras, que abrieron el segundo tiempo con otro tanto precioso de Sergio Canales que concedió esperanzas luego frustradas a los vascos.
La Real Sociedad fracasa en la Copa del Rey ante Las Palmas; Valencia sin problemas
El delantero mexicano Carlos Vela entró para jugar la segunda mitad pero no pudo evitar el fracaso de los txuri-urdin
El partido tuvo un inicio eléctrico con ambos equipos en busca de la portería contraria y ocasiones muy serias para que el marcador se hubiera movido en el primer cuarto de hora.
La Real avisó primero en un remate de Jonathas sólo ante Lizoain, quien adivinó la intención del atacante brasileño y desbarató una gran ocasión para igualar la eliminatoria por parte donostiarra.
La respuesta del conjunto que entrena Quique Setién no se hizo esperar y, tras una jugada brillante de William José, Alemán se encontró solo ante Olazabal, que también detuvo una excelente ocasión de gol.
El conjunto canario, según avanzó el partido, comenzó a bordar el fútbol, y fruto de su buen juego llegó el gol de Willian José, de soberbio cabezazo a la salida de un córner. Olazabal había evitado previamente el gol en botas del mismo jugador brasileño.
La Real fue otro equipo en el segundo tiempo, que afrontó con una actitud ganadora y un juego más vistoso que le permitió marcar justo al inicio, por medio de un gol enorme desde fuera del área de Sergio Canales.
Parecía próximo el segundo pero el conjunto grancanario no se echó atrás, aguantó bien los envites locales y, aunque estuvo a punto de encajar un gol en propia puerta a siete minutos para el final, evitó el segundo tanto blanquiazul para consumar el pase de ronda.
Por su parte el Valencia resolvió sin alardes su partido ante el Barakaldo y se clasificó para octavos de final de la Copa del Rey en un choque que los locales disputaron con cierta comodidad ante un rival que dio la cara y se mostró batallador.
El reencuentro de Negredo con el gol y la presencia de jugadores jóvenes como Zahibo, Diallo o Fran Villalba fueron las mejores noticias para el Valencia en un choque con poca historia, pues a la ventaja de 3-1 con la que el conjunto de Mestalla llegaba de la ida se unió el tempranero primer gol que consiguió en este encuentro.
No hubo, por tanto, demasiados alicientes, pero el Barakaldo jugó con orden y ganas y supo impedir en varias fases del partido que los valencianistas se prodigaran.
Por ello, ya la primera mitad se disputó sin sobresaltos, ya que el Valencia mostró su superioridad técnica ante un Barakaldo intenso e incisivo, que trató de jugar cerca de la portería del equipo local.
Esa fue la dinámica de todo este periodo y prueba de ello fue que los dos tantos conseguidos por el Valencia llegaron en acciones a la contra.
El 1-0 se produjo tras un duro remate de Piatti que rechazó Alejandro y Mina cabeceó a la red y el segundo gol local tras una buena combinación entre Negredo y André Gomes, que culminó el primero con un toque de calidad.
El Barakaldo demostró que había viajado a Mestalla con la intención de al menos marcar un gol y lo buscó. La mejor ocasión de que dispuso en este periodo llegó en una buena penetración de Ito, que Ryan desvió a córner en el minuto 38.
Nada cambió tras el descanso y cuando quedaba media hora David Movilla, entrenador del Barakaldo, introdujo tres cambios a la vez, mientras que en el Valencia también hubo incorporaciones, en este caso para dar paso a futbolistas jóvenes.
Con todos los cambios realizados y sin nada el juego, el partido avanzó hacia su conclusión sin más noticia que la constancia del Barakaldo, ante un Valencia que no encontraba la forma de acercarse con peligro a la meta del equipo vasco, aunque Negredo tuvo una buena opción con la derecha que desbarató Alejandro (m.74).
Las réplicas del Barakaldo se dieron en un cabezazo de Cusi y un buen remate de Quinta, que no vieron puerta antes de que en los minutos finales en Valencia se aproximara más a la meta de su rival, aunque sin claridad.