Cuando pisoteó de modo intencional al mediocampista belga Axel Witsel del Tianjin Quanjian a la salida de un tiro de esquina, Qin Sheng jamás imaginó que la tarjeta roja directa que le mostró el árbitro marcaría para siempre su carrera.
La sanción a Pablo Aguilar fue tibia comparada con la de este pobre chino
Qin Sheng del Shanghái fue castigado seis meses sin jugar y sin salario por pisotear a Axel Witsel en un partido televisado internacionalmente.
Aunque en el código disciplinario de la Súper Liga de China también se estipula que una agresión a un adversario sin balón de por medio acarrea un castigo de tres a cinco juegos de suspensión (como en cualquier otra liga de otro país), a Qin le fue impuesta una suspensión de seis meses.
No solo eso: A este futbolista chino, compañero del argentino Carlos Tévez y de los colombianos Giovanni Moreno y Freddy Guarín en el Shanghái Shenhua (ver fotogalería arriba), su propio club lo condenó a entrenar con las reservas, lo multó con casi 50 mil dólares y le bajó el sueldo al equivalente del salario mínimo para los trabajadores chinos.
¿Por qué un castigo tan desproporcionado para una ofensa común que no debería castigarse con más de cinco juegos?
El empate 1-1 entre el Shanghái Shenhua y el Tiajin Quanjian fue uno de los primeros partidos de la Súper Liga de China televisados internacionalmente. Apenas el año pasado fueron revendidos fuera de China los derechos de la liga en su momento adquiridos por más de mil millones de dólares.
El pisotón de Qin Sheng a Axel Witsel fue visto fuera de China y apareció en YouTube (antes, las transmisiones de la Súper Liga estaban restringidas por el gobierno chino).
Y es que la Súper Liga está gestionada por la Asociación del Fútbol de China, la cual a su vez está dirigida por la Administración General del Deporte Chino. El campeonato chino de primera división, en otras palabras, está intervenido políticamente por el Partido Comunista Chino.
De acuerdo a las reglas de la FIFA, las federaciones afiliadas deben estar libres de intervención gubernamental, o de lo contrario las selecciones son suspendidas (como le pasó a Guatemala recientemente).
El caso es que la Administración General del Deporte Chino intervino para que una sanción de cinco partidos se extendiera a seis meses. ‘El comportamiento extremadamente irracional de Qin Sheng ha manchado severamente la imagen de su club, la del fútbol de Shanghái e incluso la imagen del fútbol chino. Todos los esfuerzos de los demás se han ido a la basura por culpa de él’.
Por si fuera poco, al pobre Qin le hicieron leer una disculpa escrita por alguien más ante las cámaras de la televisión pública china para transmitirse en cadena nacional. Nunca antes un pisotón fue tan duramente castigado por el hecho de haber sido televisado fuera de China. Y por el hecho de que la imagen de China haya quedado 'manchada', según los jerarcas chinos.