La selección brasileña de fútbol desistió de disputar en el Maracaná su último partido por las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Rusia 2018 por considerar que el mítico estadio de Río de Janeiro, que sufrió tres millonarias reformas en la última década, está "abandonado". La explicación la ofreció el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Marco Polo del Nero, al ser interrogado hoy por la prensa sobre la decisión de la Canarinha de transferir al estadio Arena Corinthians de la ciudad de Sao Paulo el partido con Chile del 10 de octubre próximo por las eliminatorias que inicialmente estaba previsto en el Maracaná.
La Selección de Brasil renunció al Maracaná por considerarlo “abandonado”
La ‘Canarinha’ jugará ante Chile en la Arena Corinthians de Sao Paulo el próximo 10 de Octubre.
"El Maracaná aún no está en condiciones de recibir a la selección. Necesitan arreglar los vestuarios, las sillas. Cuando lo tengan en orden, iremos. Realmente está medio abandonado", afirmó en declaraciones a periodistas el presidente de la entidad rectora del fútbol brasileño.
Brasil, que ya garantizó su clasificación pera el Mundial de 2018, nunca dejó de utilizar el Maracaná para partidos de las eliminatorias sudamericanas y conquistó títulos importantes en este estadio, como la medalla de oro olímpica en agosto del año pasado.
"Tenemos que volver a jugar en el Maracaná, pero yo no soy el dueño del Maracaná. Quien tiene que cuidarlo es el Gobierno, que es el dueño del estadio", agregó el dirigente.
El estadio que Del Nero considera "medio abandonado" fue sometido a cuestionadas y millonarias reformas antes de los Juegos Panamericanos que Río de Janeiro organizó en 2007, antes del Mundial de Brasil 2014 y antes de los Juegos Olímpicos Río 2017 de agosto pasado.
El pasado lunes el empresario brasileño Fernando Cavendish, propietario de la constructora Delta, confesó ante un juez que pagó sobornos para garantizar la participación de su firma en el consorcio al que le fue adjudicado la reforma del Maracaná antes del Mundial de fútbol de Brasil en 2014.
Rafael Márquez volvió a asentarse de los entrenamientos del Atlas por segundo día consecutivo, esta vez con la claridad de la directiva en que debe solucionar los problemas extracancha luego de los señalamientos como prestanombres del narcotráfico.