El equipo de futbol juvenil femenino afgano escapó de Afganistán a través de la frontera terrestre con Pakistán, huyendo de los talibanes y sus restricciones a la práctica de deportes entre mujeres tras su toma del poder el 15 de agosto.
La selección de fútbol femenino juvenil afgana escapa a Pakistán
Las 22 jugadoras y 57 familiares llegaron este mediodía a la ciudad oriental de Lahore.
"No sé si han dejado Afganistán por miedo o amenazas, pero tienen planes para irse a Europa", dijo este miércoles a Efe una fuente diplomática de la embajada de Pakistán en Kabul, que prefirió mantener el anonimato.
Las 22 jugadoras y 57 familiares llegaron este mediodía a la ciudad oriental de Lahore, tras cruzar la frontera por el paso de Torkham ayer por la tarde, dijo a Efe el portavoz de la Federación de Fútbol de Pakistán, Sharafat Bukhari.
La fuente indicó que no hay previstos partidos ni eventos deportivos y afirmó que una ONG esta haciéndose cargo de las jugadoras y sus familias.
El ministro de Información paquistaní, Fawad Chaudhry, les dio la bienvenida en Twitter y aseguró que todo estaba en orden.
"Damos la bienvenida al equipo de fútbol femenino. Las jugadoras tienen pasaporte válido afgano y visas paquistaníes", afirmó el ministro.
La llegada al poder de los talibanes el pasado 15 de agosto ha disparado las alarmas entre muchas afganas ya que en su anterior etapa en el poder las relegaron al hogar por su conservadora interpretación del islam.
Por su parte, los fundamentalistas mantienen que no son los mismos que hace dos décadas, pero en sus primeras decisiones no lo han demostrado.
Así, la semana pasada anunciaron un Gobierno interino compuesto únicamente por fundamentalistas y sin mujeres.
Ese hecho fue seguido por el anuncio de que permitirán estudiar a las mujeres en la universidad, pero separadas de los hombres en las clases.
Además, se ha prohibido a las niñas mayores de doce años asistir a la escuela en muchos lugares del país, y numerosos departamentos de protección de la mujer en el país han sido desmantelados, mientras su personal era amenazado.
Una situación que ha sido denunciada como promesas incumplidas por la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
En su informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la situación en Afganistán tras el relevo de poder, Bachelet aseguró que en menos de un mes de control talibán "las mujeres han sido progresivamente excluidas del espacio público".