Las lesiones más insólitas del fútbol mundial

Los futbolistas son profesionales que cuidan de sus carreras, pero que en ocasiones sufren situaciones impensadas no solo para un deportista sino para cualquier persona. Algunos casos memorables.

La lesión doméstica más recordada a nivel mundial fue la que sufrió el arquero español Santiago Cañizares. Mientras se afeitaba, la botella de vidrio de su perfume le cayó en el pie a 'El Dragón' que sufrió una lesión en el tendón que le impidió jugar el Mundial en 2002, justo en su mejor momento.

Jurgen Damm, delantero de Tigres y de la selección mexicana, sufrió un accidente con pirotecnia que le causó quemaduras de primer grado en la cara.

Lucas Viatri, delantero argentino de Peñarol, también sufrió heridas en su rostro tras un accidente en las festividades por manipular unos juegos pirotécnicos.

Ever Banega sufrió un curioso accidente automovilístico luego de que en una gasolinera olvidó poner el freno de mano de su automóvil, que se rodó y golpeó en su pie causando lesión de tibia y peroné.

Peor accidente el que vivió el inglés David Batty, luego de que el choque del triciclo de su hijo lo llevara a recaer en una lesión en el tendón de Aquiles.

El arquero inglés Alex Stepney, exportero del Manchester United, fue víctima de su excesiva energía y en 1975 se dislocó la mandíbula de tanto gritarles a sus compañeros en el partido contra Birmingham City.

Alan Mullery sufrió una dura lesión de la forma más inesperada. El inglés se quedó por fuera de la selección inglesa en 1964 durante una gira por Suramérica tras sufrir una mal en la espalda cuando se cepillaba sus dientes.

Un resbalón por un charco de orines de perro le generó al mediocampista galés Darren Barnard una lesión en los ligamentos de su rodilla que lo sacó de competencia por cinco meses.

El arquero británico también fue víctima de un perro, pues cuando sacó a pasear al suyo no pudo contener la fuerza del animal que lo arrastró y le provocó una lesión de rodilla.

Y de la serie 'el perro no siempre es el mejor amigo', el francés Julien Escudé recayó en una lesión del tendón de Aquiles mientras paseaba a su mascota luego de un jalonazo del can, hecho que frustró su traspaso del Sevilla al Manchester United.

Más raro suele ser que sea el propio técnico quien genere las lesiones. Así sucedió cuando en un ataque de furia, Alex Ferguson le lanzó un guayo a David Beckham, cuando este era jugador del Manchester United. Eso le provocó una sutura encima del ojo izquierdo al volante.

De la modalidad más doméstica, la lesión de Alessandro Nesta parece increíble. El defensa italiano sufrió la rotura de tendón en la muñeca mientras jugaba Play Station.

El defensa Rio Ferdinand también se lastimó mientras jugaba videojuegos, pues en su casa sonó el teléfono y el inglés, quien estaba cómodo sentado, es estiró y por el esfuerzo se lesionó el tendón de la corva, ubicado en la parte posterior de la pierna.

Javier Hernández también fue víctima de la mala suerte en casa. Mientras bajaba unas escaleras, tropezó y al apoyarse sufrió una fractura en su mano que lo dejó dos semanas incapacitado.

El argentino Julio Arca fue víctima de su espíritu viajero, en un caso poco común. El jugador visitó el mar tras una práctica con el Sunderland pero lo atacó un agua viva, lo que le causó una reacción alérgica que lo envió al hospital.

Darious Vassell demostró que muchas veces la imprudencia también puede ser insólita. El inglés no quiso ir a un médico para que le drenaran un cuágulo de la uña de su pie y supuso fácil hacerlo el mismo con un taladro. Eso produjo una infección y al final la mitad de su uña tuvo que ser removida.

En su casa, el argentino Carlos Tevez sufrió una caída en la ducha y eso le generó un esguince de tobillo que aplazó su debut con Manchester City.

Dolorosa e impensada fue la lesión del volante inglés Charlie George, que fue figura del Arsenal en las décadas del 60 y 70. El jugador se rebanó un dedo del pie mientras podaba el pasto de su jardín, algo que lo dejó fuera de la plenitud en su carrera.

El inglés David Seaman no solo tuvo 'bloopers' en la cancha. El arquero tuvo dos lesiones increíbles: la primera cuando se dislocó el hombro mientras armaba una carpa de camping y la segunda cuando se rompió un hueso mientras buscaba el control remoto de su televisor.

Al argentino Martín Palermo literalmente se le vino el mundo encima en su lesión. El atacante fue a celebrar con los hinchas de Villarreal un gol y le cayó toda la tribuna lo que al final le provocó una rotura de rodilla.