No pudo ser. Toronto FC se quedó a un paso -a un par de penales convertidos, para ser más precisos- del título de la Liga de Campeones de la Concacaf, y de quedarse con el boleto para el Mundial de Clubes de este año.
El entrenador de Toronto FC, sin reclamos para sus jugadores tras la final ante Chivas
Greg Vanney respaldó a su plantel, y lamentó los dos goles cedidos por el conjunto canadiense en el encuentro de ida.
La victoria por 2-1 ante Chivas del miércoles por la noche en el Estadio Akron fue apenas la cuarta ocasión en la que un equipo de la MLS ganó un partido en territorio mexicano, aunque ese dato sirve de poco consuelo en este momento para un plantel escarlata que quedó profundamente golpeado tras la definición desde los doce pasos.
"No tengo quejas con respecto a mi equipo", aseguró el entrenador Greg Vanney en la conferencia de prensa posterior al encuentro. "Trabajamos duro. Este campeonato ha implicado un gran desgaste y dimos batalla de principio al final. Felicitaciones e Chivas, ellos ganaron. No tengo nada que decir a mis muchachos, más allá de que estoy orgulloso de ellos".
Toronto FC no pudo contar en el partido más importante de su historia con dos jugadores clave en defensa, como Drew Moor y Eriq Zavaleta. Sin embargo, el equipo no se resintió demasiado en la definición ante 'el Rebaño Sagrado'.
"Nuestros muchachos hacen lo que sea necesario hacer", argumentó Vanney. "No tuvimos a ningún defensor central sano esta noche. Pedimos a nuestros jugadores que se esforzaran más, que dieran la talla. Michael [Bradley] y toda la última línea estuvieron fenomenales. Vinimos aquí, ganamos el partido, forzamos a la definición por penales. Estoy orgulloso por la manera en la que competimos, la manera en la que vinimos aquí y jugamos para ganar el partido".
"Al final del día, fueron un par de definición por penales en los últimos dos años las que no nos trataron demasiado bien", prosiguió el técnico estadounidense. "Tuvimos una oportunidad sobre el final del partido y eso podría haber sido la diferencia, pero pienso también en el partido de ida: no debimos haber concedido dos goles. Eso hizo toda la diferencia en esta serie. No fue el fútbol, fueron ese par de goles que no deberíamos haber permitido".