La afición auriazul invadió la entrada principal del hotel donde el cuadro de Andrés Lillini descansa antes de la primera final de su tipo en más de 15 años a disputarse este miércoles en el Estadio Olímpico Universitario de C.U.
Los fieles seguidores se congregaron y el espectáculo visual estuvo conformado por banderas, trapos, instrumentos musicales y muchos cánticos que tuvieron su recompensa horas después de la runión cuando Lillini y los jugadores salieron del lobby para cantar y aplaudir a los fanáticos ante un fuerte operativo de seguridad que impidió que los futbolistas se acercaran a firmar autógrafos y tomarse selfies.
Entre lágrimas de alegría de algunos y los cánticos que no cesaron --el tradicional "Cómo no te voy a querer" y el Goya no podían faltar-- los jugadores se vieron contagiados por la algarabía de los presentes y se les vio tarareando las letras y saltando mientras algunos otros grababan la 'serenata' con sus teléfonos celulares para después presumir el apoyo en redes sociales.
Tras algunos minutos compartiendo el mismo sentimiento, los jugadores reingresaron al hotel para afinar los últimos detalles dejando atrás la algarabía que no cesó pese a lograr su objetivo.
Pumas enfrenta este miércoles a Seattle Sounders en la ida de la FInal de la Concachampions con la esperanza de sacar una ventaja que pueda darles relativa tranquilidad en la vuelta y obtener el boleto al Mundial de Clubes.
