El Ajax dio un paso de gigante hacia la final de la Liga Europa y sueña con luchar por un título europeo 21 años después de la última vez gracias a una actuación estelar de Bertrand Traoré, que destrozó al Lyon con dos goles y una asistencia con las que el cuadro holandés ganó 4-1.
Ajax brilla como en los años 70 y da paso y medio a la final de la Europa League
El conjunto holandés venció en casa por 4-1 al Lyon en el duelo de ida de las semifinales del campeonato europeo con un gran fútbol.
El jugador de Burkina Faso, que llegó al club procedente del Chelsea esta temporada, condujo a sus compañeros hacia un partido muy deseado. Traoré se encargó de hacer soñar al Ajax, sin excesivas alegrías en los últimos tiempos y con un objetivo claro: volver a un trono europeo.
Ambos equipos saltaron al repleto Amsterdam Arena (era festivo en la ciudad holandesa) con un peso histórico sobre sus espaldas que tenían que resolver en unas semifinales a priori igualadas. El Ajax, con unas vitrinas repletas de trofeos (4 Copas de Europa, 2 Intercontinentales, 1 Recopa y 1 UEFA), vive deprimido por el continente desde 1996, año en el que disputó su última final.
La perdió contra el Juventus, en los penaltis, y han pasado 21 años de ostracismo europeo para el conjunto holandés, que ante el Lyon inició una oportunidad única de recuperar prestigio en un lugar en el que hace tiempo dejó de tenerlo.
Enfrente, el Lyon, tenía otro peso diferente. Nunca ha jugado una final. Se quedó a las puertas en la Recopa de 1964, cuando llegó a las semifinales, la misma ronda que alcanzó en 2010 en la Liga de Campeones. En ambas ocasiones, el Sporting Lisboa y el Bayern Múnich, respectivamente, se encargaron de acabar con la fiesta.
Por eso, el choque tenía un sabor especial. Había que romper con fantasmas del pasado y fue el Lyon el equipo que antes comprendió el sentido del choque. Salió al campo mejor colocado en el césped, sin Alexander Lacazette (en el banquillo recién salido de una lesión), pero muy bien ubicado y con menos nervios que su rival.
Ese buen inicio del cuadro francés apenas duró 20 minutos, en los que tuvo una ocasión de Maxwel Cornet, que obligó a Andre Onana a intervenir con un disparo raso envenenado. Después, casi hasta el minuto 52, con una oportunidad de Nabil Fekir, no volvió a acercarse al área del Ajax.
No mucho después de esa oportunidad de Cornet, el Ajax despertó y con su bloque de jóvenes jugadores comenzó a carburar y a encerrar al Lyon en su campo. Los hombres de Peter Bosz espantaron el dominio de su rival y en una falta lanzada por Hakim Ziyech, Traore peinó la pelota para hacer el 1-0.
Era el minuto 25, y casi 10 después, el Ajax golpeó por segunda vez tras aprovechar un mal despeje de Anthony Lopes. El portero del Lyon golpeó mal la pelota, Traoré ganó en el saltó a su defensor y el balón lo recogió el danés Kasper Dolberg, que no perdonó en el mano a mano.
La joven estrella emergente del Ajax mostró sus credenciales en una semifinal. Con 19 años y en su primera temporada en el primer equipo (jugó en el filial el curso pasado), ya suma este curso 20 dianas. Son números importantes para un jugador casi recién llegado a la elite. Europa, pondrá sus ojos en él.
Su tanto precedió a otros 15 minutos de dominio francés con pocas ocasiones. El Ajax se cerró muy bien y consiguió aguantar su ventaja hasta el descanso y después, casi nada más salir del vestuario, otro error del Lyon, esta vez en un control en el centro del campo, propició el tercero.
Ziyech robó la pelota, se la cedió al alemán Amin Younes, y desde dentro del área superó a Anthony Lopes. Aunque Malgré Diakhaby sacó la pelota debajo de la portería, el juez de línea confirmó que había traspasado la línea y concedió el tercero para el Ajax.
El Lyon reaccionó con la ocasión de Fekil y poco a poco fue imponiendo por tercera vez en el choque su ritmo. Y, en esta ocasión, obtuvo su premio con el tanto de Mathieu Valbuena, desaparecido durante todo el partido hasta que golpeó la pelota con un derechazo que superó a Oanana.
Pocos minutos después, Fakil tuvo el 3-2 en un mano a mano que desperdició y que precedió al cuarto jarro de agua fría para el Lyon.
Traoré, un incordio durante todo el partido, selló su gran encuentro con otro gol, el segundo en su cuenta particular, que sumado a su asistencia a Dolberg sirvió para destrozar a un equipo que tendrá que hacer una hazaña para llegar a su primer final europea de la historia. El Ajax, la acaricia después de 21 años.