América se despide de Salvador Cabañas

Jugar en el Estadio Azteca aunque sea por unos minutos, tocar el balón, correr, trotar, dar indicaciones, caminar o incluso sobrevivir; todo ello ameritó que América y Paraguay rindieran homenaje a Salvador Cabañas, uno de los grandes goleadores de la historia del conjunto de Coapa. 

El atacante paraguayo, quien había sobrevivido a un balazo en la cabeza, jugó su último encuentro en el Estadio Azteca el 10 de agosto de 2011, con sus dos grandes amores. Águilas y paraguayos rindieron tributo al que consideran un ejemplo de superación o incluso un milagro tras superar el atentado que el paraguayo sufrió en aquel fatídico 25 de enero de 2010.

Cabañas se reencontró con el futbol y sintió, aunque sea unos instantes y en un partido amistoso, esa sensación que solamente se adquiere cuando se juega al balompié con gente en las gradas. El primer momento emotivo llegó justo antes de iniciar el encuentro, Cabañas recibía de manos del uruguayo Vicente Sánchez el gafete de capitán del conjunto azulcrema. 

El silbatazo inicial consumó el regreso de Cabañas a la que fue su casa por poco más de tres años y vestido de amarillo, con la misma playera con la que anotó 66 goles en Primera División y también con la que fue dos veces Campeón goleador de la Copa Libertadores.

El atacante paraguayo tocó un par de veces el balón en su lapso como americanista, el segundo fue un remate desviado desde fuera del área.

Posteriormente salió sustituido por Juan Carlos Medina ante la algarabía de los presentes en el Estadio Azteca, quienes agradecieron los siete minutos que "Chava" portó la playera americanista. Jugó otro lapso con la selección albirroja en el compromiso que culminó con marcador de 0-0, aunque con nostalgia pura. Homenaje a un goleador americanista, las Águilas y Paraguay brindaron una jornada de nostalgia pura.