El despertar americanista

A inicios de la década de los 60, el Club América vivía una transición después de una época sombría. El conjunto azulcrema vería cómo su máximo rival, Guadalajara, vivía sus mayores glorias en esta época.

A pesar de ello, América supo hacerle sombra a sus contrincantes tapatíos en su tiempo de mayor esplendor cuando, en 1964, el conjunto capitalino levantó el título de la Copa México.

Un total de 30 equipos tanto de Primera como de Segunda División se enfrentaron en este certamen que contó con la eliminación directa como sistema de competencia.

El conjunto americanista se enfrentó a los Rayados de Monterrey en la Gran Final, pactada en principio para un encuentro que culminó 0-0, lo que motivó a la celebración de un segundo compromiso.

Para el siguiente cotejo, jugado en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, ambas escuadras volvieron a empatar, esta vez 1-1 (el gol capitalino fue obra de José González). Tras dos igualdades, era momento del desempate en serie de penales.

El portero Jorge Iniesta fue el héroe de la tarde para que América se impusiera por 5-4 en la tanda a Monterrey y, de esta forma, conseguir el primer título de la nueva era en el conjunto americanista bajo la tutela ya de Emilio Azcárraga Milmo y Guillermo Cañedo.

Este título rompería una sequía y sería la antesala de otras conquistas en la década de los 60, incluyendo una Liga, al año siguiente.