Furia de media cancha

Es un referente del Club América. Alfredo Tena es uno de los pilares que sostienen Coapa y el Estadio Azteca, más que ello, base del americanismo. Los colores azulcrema no podrían entenderse sin el "Capitán Furia". 

Tena logró pocos goles en su carrera, aunque muy significativos, sobre todo el que logró en la Final del siglo ante Guadalajara. Otro fue sencillamente espectacular, prácticamente épico y que todavía perdura en la memoria tanto de propios como de extraños. 

Domingo 4 de octubre de 1987 en el Estadio Azteca. América ganaba 2-0 al Atlas dentro de la fecha 5 de la temporada 87-88. Las Águilas tenían cobro a favor desde poco atrás de la media cancha, prácticamente a la altura del manchón del saque inicial. Capitalinos y tapatíos estaban ya en el campo visitante esperando un balón largo, ya sea para fraguar la jugada de ataque o el despeje. 

Y en efecto, el balón que cobró Alfredo Tena fue largo, muy largo, demasiado, y formó una parábola perfecta que voló como lo hace en actualidad Celeste, la mascota oficial del América en cada descanso cuando los azulcrema son locales. La pelota tomó una elevación pocas veces vista y descendió justo arriba del portero Celestino Morales para descansar en las redes de la meta atlista. 

Era el 3-0 pero más que eso, fue una de las estampas más maravillosas que otorgó el eterno "Capitán Furia". Alfredo Tena ya era gloria en ese entonces, y un gol de media cancha alimentó su leyenda y el camino para el América que sería Campeón en aquella temporada.