Es quizás el clásico más recordado de la historia reciente, tanto por América como por Guadalajara. La rivalidad más importante del futbol mexicano ofrece, por lo general, duelos muy cerrados, pero el 30 de marzo de 2014, el Estadio Chivas fue el recinto en el que la definición “humillante” cobró un sentido mucho más cercano a los duelos entre Águilas y el Rebaño, una definición tangible, nada común, nada corriente y, sobre todo, tan contundente que pareció irreal.
Humillación fuera de lo 'Real'
TelevisaDeportes.com trae para ti la serie 100 años, 100 momentos del Club América como parte del festejo del Centenario de las Águilas. En esta entrega: América se dio un festín ante Chivas en un clásico de 2014: un 4-0 que cobró la cabeza de José Luis Real
Fecha 13 del Clausura 2014. Los resultados de las Águilas preocupaban a más de uno. Con 5 cotejos perdidos, el equipo de Antonio Mohamed no acababa por despuntar. La cosecha era de 17, los mismos que el conjunto tapatío, aunque los rojiblancos poco a poco mostraban mejoría. Parecía que el clásico llegaba en el momento más inoportuno en Coapa.
América salió como víctima en Zapopan, solamente con una inercia a favor en los últimos antecedentes frente a Guadalajara. Sabedores de la presión, pareciera que Chivas nunca llegó a su propio estadio y desde los primeros minutos, el entremés para el festín fue de color azulcrema. Desde la recepción se anticipaba que la fiesta sería aporte exclusivo del bando capitalino.
A los 9’ una genialidad de Rubens Sambueza habilitaba a Luis Gabriel Rey para que el colombiano cerrara la pinza frente al marco y abrir el marcador. Hasta el momento, nadie sabe qué pasó con el Rebaño a partir de ese momento. La portería sur del Estadio Chivas se convertiría en una especie de Triángulo de las Bermudas en el que los entonces dirigidos por José Luis Real se perderían en la nada.
Luis Gabriel Rey coronó una de sus actuaciones más memorables en el futbol mexicano cuando Néstor Vidrio intentó despejar con la cabeza un balón a los 14’. Lejos de ello, el medallista en Londres 2012 dejó la pelota a plenitud para el colombiano, quien prácticamente desde tres cuartas partes del terreno encendió la esférica para ponerla en las redes; una estampa bella que contó con el aderezo del lance del portero Antonio Rodríguez.
A pesar del corto recorrido del cronómetro, América tenía ya finiquitado el clásico, pero para el complemento, los de Antonio Mohamed se dieron cuenta de la oportunidad histórica que tenían enfrente… y la aprovecharon. Raúl Alonso Jiménez hizo oficial la goleada a los 55’ y la palabra humillación se hizo presente en Zapopan cuando, a los 73’, la presión desde zona de seguridad obligó al error de Antonio Rodríguez para que Luis Ángel Mendoza lograra “clarear” al guardameta local y cerrar la cuenta.
Se trata de la victoria más abultada de un visitante en el clásico nacional. América rompió marcas aquella noche con una victoria tan abismal que bien ameritaba que la afición azulcrema cobrara doble al día siguiente todas las apuestas pactadas para este duelo. Las secuelas y las consecuencias se dieron irremediablemente: José Luis Real dejó el banquillo del Guadalajara después de la exhibición de su equipo, que cayó ante otra situación que sí era más real: el 'cl4sic0'.