Las Águilas de las remontadas

Uno de los distintivos del Club América en su Centenario no es solamente su envidiable palmarés, sino también la capacidad que tiene para remontar marcadores adversos, incluso los más pesados.

Como ejemplo basta con tomar lo que sucedió en la Liga de Campeones de la Concacaf 2014-2015. La instancia: Semifinales. América visitó al Herediano de Costa Rica, encomendado oficial de sepultar por completo la hegemonía mexicana en el certamen internacional. Los de Coapa eran los únicos que quedaban en pie a esas alturas.

Gustavo Matosas era el director técnico del conjunto americanista. El técnico uruguayo, quien tomó el timón de los azulcrema recién en ese semestre, traía una “bronca” especial con el conjunto de Herediano, que meses antes había eliminado al León que él dirigía en Fase de Grupos.

La ida, celebrada el 17 de marzo de 2005, parecía sepultar tanto la supervivencia mexicana en el certamen como una venganza de Matosas: el conjunto tico borró a las Águilas y les marcó un 3-0 que hacía inminente el pase de Herediano a la Final.

Pero si hay un equipo y un escenario que jamás pueden considerarse como trámite es justamente el Club América y el Estadio Azteca. El 8 de abril, uno de los momentos más emotivos del equipo en su Centenario tenían lugar.

Dentro del presupuesto del Herediano estaba la derrota, quizás por un gol, a lo mucho por dos, incluso por 3 pero con la regla del gol de visitante cobijándoles. Muchas cosas pasaban por la mente del conjunto visitante y quizás de la afición local que hizo una entrada magnífica en el coloso, oliendo probablemente una noche histórica… 18 minutos después del silbatazo inicial, las Águilas tenían ya asegurada la prórroga.

Darwin Quintero abrió el marcador a los 3’. Darío Benedetto pondría el segundo a los 8’ y 10 minutos después, así sin más, todo estaba igualado. El éxtasis vino cuando el “Pipa” logró su triplete: señoras y señores, el América estaba clasificado a la Gran Final de la Liga de Campeones Concacaf en solo 24 minutos.

Benedetto se despachó con su cuarto a los 31' después de una gran jugada de Miguel Samudio para el quinto tanto de los de Coapa. Ahora, no importaba que Herediano anotara como visitante. La noche se cerró con una anotación del juvenil Alejandro Díaz a los 84’, ya cuando Herediano se había vuelto a Costa Rica y en la cancha solo quedaban uniformes visitantes flotando.

América necesitaba 3, y respondió con 6. Matosas tenía su revancha y los de Coapa tendrían su título a la postre. Una remontada que pasa a ocupar un recuerdo importante en la memoria del aficionado americanista.