Hace una década se dio la caída del ‘Mariscal’. A las cinco de la madrugada del 25 de enero de 2010, Salvador Cabañas recibió un disparo en la cabeza en un bar al sur de la Ciudad de México, donde se encontraba con su entonces esposa María Lorgia y un amigo.
A una década del atentado contra Salvador Cabañas
El 25 de enero de 2010 la fortuna del paraguayo del América acabó de golpe, con un balazo.
Detrás de estás puertas que se cerraron para siempre comenzó el final de una carrera e inició de una vida distinta para el entonces delantero de las Águilas del América.
Chava se encontraba dentro del baño, donde discutió con su agresor, quien le disparó en la frente con una calibre 38. La bala se alojó en el lóbulo izquierdo del cerebro. El señalado fue Jorge Balderas Garza, ‘el JJ’.
El ‘Mariscal’ luchaba por su vida, los doctores buscaban un milagro con una operación de vida o muerte.
José Israel ‘Jagger’ Martínez, ex jugador del América en el Bicentenario 2010 y compañero de Salvador Cabañas comento tras la tragedia: “La verdad que no lo creemos todavía, pero bueno, es algo que desafortunadamente pasó y ahora tenemos que pedirle a Dios que esté bien".
Por su parte, Dante López, futbolista paraguayo y quien en 2010 jugaba para los Pumas, dijo: "Ahora lo que se le está haciendo es tratar de mejorar la presión que tiene en la cabeza.
“Se le hizo una limpieza de la zona dañada, extraer la bala, no fue posible, porque quedo a unos milímetros por encima de una de las venas que riega el cerebro. El riesgo era alto”.
Ernesto Martínez Duhart, neurocirujano, comento: “El proyectil no se retira. El proyectil está basado en la parte de atrás del cráneo, del cerebro, y haríamos más daño tratando de resecar y extraer el proyectil. Ya el proyectil está quieto, no le va hacer más daño".
Con 29 años de edad, Salvador Cabañas burló la muerte, salvó la vida, pero no su carrera. Se diluyó el ser goleador americanista, capitán de la Selección de Paraguay y quizá el golpe más fuerte, no jugar el Mundial de Sudáfrica 2010.
Además, se quedó con el precontrato para jugar en el Manchester United.
"Yo me arrepiento de haberme ido a ese restaurante, a ese bar, y lo que pasó, pasó. Yo dije en un principio que lo había perdonado al tipo y aquí estamos a las órdenes, si quiere hablar conmigo", dijo Salvador Cabañas.
Chava intentó volver a jugar en la Segunda División paraguaya con el Doce de Octubre, jugó dos partidos y en el Deportivo Tanabí de la Serie B del campeonato de São Paulo, pero prefirió retirarse.
Hasta diciembre pasado era parte del cuerpo técnico en Cafetaleros de Tuxtla en el Ascenso MX
"Lo más duro fue que perdí a mi familia, que son mis hijos, que están con su mamá ahora y casi no los veo".
Hace diez años la fortuna terminó para Salvador Cabañas, de golpe, con un balazo.