Solo el silencio puede ser tan ruidoso como lo fue Monterrey este sábado en el segundo tiempo, si el silencio hablara lo haría con la fluidez de Chivas en el primero, pero a final de cuentas, solo es la ausencia de sonido, como el del Estadio Akron.
¡Con el Jesús en la boca! Molina y Gallardo sellaron empate entre Chivas y Rayados
Chivas extendió a cuatro partidos sin perder, mientras que Rayados no pudo ganar ni salir del último general.
Sin gente ante la contingencia por coronavirus y sin argumentos para festejar, Guadalajara y Rayados igualaron 1-1 en la Jornada 10 del Clausura 2020 en un duelo que le cerró la puerta al público, también a la racha ganadora de los rojiblancos y a la esperanza regiomontana en la Liga MX.
Jornada a jornada, Chivas es más pragmático y Luis Fernando Tena ya no es partidario de los esfuerzos infructuosos, por más vistosos que sean. El Rebaño se mueve solo los metros justos, corre la distancia exacta, barre solo cuando hay oportunidad de recuperar el balón, no arriesga de más.
Desde luego que las falencias son inevitables y los rojiblancos tuvieron quizás en el ‘Pollo’ Briseño y José Juan Macías como los menos inspirados, aunque el ‘Pollo’ vaya que tenía motivos para estarlo después de convertirse en padre horas antes del encuentro.
El Guadalajara estuvo distante de hacer ruido en el sepulcral Akron, pero eso durmió a los norteños quienes vieron cómo en una jugada a balón parado a los 21’, Jesús Molina aprovechaba un rebote de Barovero para rematar con la portería a placer. Ironías de la vida: a días de confesar que estaba deseoso de festejar su primer gol con la camisa rojiblanca en casa (lleva dos tantos, ambos como visitante), Molina hizo quizás el festejo más efímero, abrupto y triste de su carrera, contingencia con sus compañeros, nadie a quién señalarle el puño en alto en las tribunas.
Justo en el día en el que la Liga MX se sumó a la contingencia, Rayados pareció abandonar la suya en el segundo tiempo, su propia crisis futbolística, esa que le ha convertido en uno de los campeones más indignos en la historia de la Liga MX. Mohamed hizo lo suyo, ingresó a Banda y Jonathan en el complemento, y Jesús Gallardo hizo una jugada que trasladaba el silencio del Akron a cada casa en la que se encontraba un ‘Chivahermano’.
El ex de Pumas hizo su característico recorte hacia dentro a los 70’, barrió y hasta se dio el lujo de desinfectar el césped al quitarse al prácticamente a la mitad de la muralla rojiblanca, mirar al suelo, apretar los dientes y sacar un tiro cruzado que parecía tomar rumbo sin escalas a Tlaquepaque, pero que la red contuvo. Un fusil para empatar.
Monterrey se acordó de que es el campeón. Dominó el resto del encuentro ante unos tapatíos desaparecidos, como si las piernas locales se alimentaran de las arengas del público. La banca rojiblanca respiró hondo en el segundo gol de la ‘Pandilla’ pero el árbitro devolvió la respiración al anular la acción.
Rayados peleó hasta los saques de banda y jugó quizás su mejor partido del Clausura 2020, sólo alcanzó para frenar la inercia ganadora de unas Chivas que estuvieron acordes a los sonidos del silencio en Zapopan, una melodía orquestada por un balón y 90 minutos de movimiento.
















